Una experiencia multisensorial se convirtió en un acto de generosidad y compromiso social, gracias a la iniciativa “Arte & Vino con Causa”, de Ganem México, que logró unir a artistas, amantes del vino y líderes de distintas industrias en una noche para apoyar a niñas y niños con cáncer.
La creatividad publicitaria también puede salvar vidas. Y eso quedó claro durante el evento desarrollado en GMX Lounge, un espacio que se transformó en galería, salón de catas y punto de encuentro solidario.
En el corazón del evento estuvieron las obras de destacados artistas plásticos mexicanos, seleccionados no solo por su talento, sino por su disposición a sumarse a una causa mayor, debido a que una parte de las ventas generadas durante la noche fueron destinadas a la Fundación Casa de la Amistad, institución que por más de tres décadas ha ofrecido atención integral y gratuita a niñas, niños y adolescentes con cáncer en México.
La experiencia artística se potenció con una curaduría enológica excepcional, gracias a los vinos de Bodegas de Santo Tomás, una casa vinícola con más de un siglo de historia en Baja California, pues más que una degustación, se trató de una celebración de los sabores con causa social.

El evento no fue únicamente una pasarela de arte y vino, sino un foro donde confluyeron líderes de opinión, creativos, empresarios, inversionistas y comunicadores.
Para Ganem México, agencia independiente con más de 50 años de trayectoria, este tipo de acciones forman parte de una visión que entiende el valor del talento no solo como una herramienta de posicionamiento comercial, sino como motor de transformación social.
“Arte & Vino con Causa” es prueba de que las ideas, cuando se alinean con la solidaridad, pueden cambiar vidas.
Los donativos para la Fundación Casa de la Amistad se utilizan para tratamientos, medicamentos, traslados, hospedaje y esperanza para miles de familias que enfrentan la lucha más difícil: la del cáncer infantil. Y cada obra vendida esa noche, cada copa de vino compartida, se tradujo en una pequeña victoria para esas niñas y niños.
Al final de la velada, el arte quedó colgado en las paredes, el vino en la memoria gustativa, y la solidaridad, en la conciencia de quienes asistieron.

RRR