Dicen que cuando vas a Nueva Orleans, comerás bien en cualquier lugar que acudas. No importa si es un restaurante lujoso o un pequeño negocio, la zona del Bayou tiene una cocina con sazón deliciosa. No por nada la NFL ha hecho de Nueva Orleans, junto con Miami, la ciudad con más ediciones del Super Bowl, siendo el Super Bowl LIX la undécima ocasión.
Puse a prueba esa idea de la gastronomía exquisita en un lugar bastante recomendado por los locales. Se trata del Li’l Dizzy’s Café, un sencillo local de desayunos y almuerzos que solo atiende de 11 de la mañana a 3 de la tarde y está ubicado sobre la 1500 de la avenida Esplanade, en el exterior del llamado Barrio Francés.

Aunque llegué a las 10:30 de la mañana, ya había grupos esperando la apertura, un buen indicio de que se trataba de un lugar recomendable. Pides tu orden en la caja y pagas para eventualmente ser asignado en una mesa.
Al principio no entiendes por qué te sirven en platos grandes, hasta que te percatas de las generosas porciones que sirven. Hay Gumbo, que consiste en caldo de arroz, cangrejo, puerco, especia de gumbo filé, carne roja, cebolla tomate y pimiento morrón.
El Po boy de salchicha de cerdo picante y lechuga es una opción idónea, ni se diga de los camarones fritos y a la parrilla, acompañados con papas a la sa y arroz sucio, platillo cajún que tiene trocitos de hígado, menudillos de pollo, pimiento verde, apio y cebolla.

Las recomendaciones del sábado, día al que acudí, fueron las chuletas de cerdo ahogadas con arroz y macarrones con queso y las chuletas de cerdo ahumadas con macarrones y camote dulce. Un lugar bastante especial y que ayuda a entender por qué Nueva Orleans, la sede del Super Bowl 59, es también una capital mundial de la gastronomía.
MGC