El Copenhague se proclamó este jueves campeón de la Copa de Dinamarca por décima vez en su historia, tras imponerse con autoridad por 3-0 al Silkeborg, que partía como campeón reinante y se convirtió así en el club más laureado del torneo.
La final, disputada en terreno neutral, tuvo como escenario el MCH Arena de la ciudad de Herning, casa del Midtjylland, subcampeón de la liga. Allí, el Copenhague confirmó su dominio en el futbol danés y selló con broche de oro una temporada para el recuerdo.
El sueco Jordan Larsson abrió el marcador con un tanto tempranero (min.3). Lejos de conformarse, los capitalinos mantuvieron la presión y lograron ampliar la ventaja antes de marcharse a los vestuarios.
Fue entonces cuando el danés Lukas Lerager firmó el 2-0 (min.34) para que, apenas 3 minutos después, el noruego Mohamed Elyounoussi se encargara de ejecutar un tiro libre perfecto que se coló en la escuadra, sentenciando la final con un 3-0 incontestable.
En la segunda mitad, y ya con el título prácticamente asegurado, el Copenhague se limitó a defender su renta aunque con poco esfuerzo.
El Silkeborg, con dos coronas en su palmarés, la última lograda la pasada campaña, no pudo repetir la hazaña y se vio claramente superado en todos los aspectos del juego.
Dicho triunfo, además de romper el empate histórico de los de la capital con el Aarhus, ambos con nueve títulos hasta hoy, permitió al Copenhague cerrar la temporada con un doblete, tras haber conquistado el pasado 25 de mayo el título de la Superliga danesa
CIG
