Al pensar en turismo, la primera imagen que inunda la mente son las oleadas de visitantes extranjeros que llegan al país año con año para disfrutar las playas de Cancún o los Cabos, o incluso la de los chilangos que cada Semana Santa salen de la capital para asentarse en algún destino no tan lejano de la metrópoli durante los pocos días que tienen de vacaciones.

Pero más allá de las grandes multitudes de gente disfrutando del calor y el mar o algún pueblo mágico escondido entre cerros, existe un tipo de turismo de interior que, a pesar de estar lejos de los reflectores, representa un gran porcentaje de ganancias para la industria y un sinfín de ventajas para el destino y sus visitantes. Este turismo es el MICE, o de reuniones, como también es conocido.
Con salones de diversos tamaños en centros de convenciones, hoteles y recintos especializados como su lugar de operaciones, el turismo de Reuniones, Incentivos, Convenciones y Exhibiciones (MICE por sus siglas en inglés), es el que atiende a empresas y gremios de todos lados del globo cuando convergen en ferias gastronómicas, conferencias empresariales e incluso exposiciones de arte y simposios científicos, fomentando herramientas esenciales para los negocios y el intercambio de conocimientos como el networking y el team building.

Sus beneficios para la industria son variados; al no depender de una estacionalidad para llevarse a cabo, como sucede con el turismo tradicional, los eventos pueden realizarse en cualquier momento del año sin importar la temporada o estación, lo que genera una fuente de ingresos no solo para los recintos sino también para trabajadores de diversas áreas como el transporte privado, catering, montaje, traducción, entre muchas otras, además de promover al mismo tiempo el destino, la gastronomía local y la cultura del sitio donde se realice, lo que en un futuro se podría traducir en posibles visitantes.
el dato1.6 por ciento del PIB nacional
Se debe al turismo MICE.
“Muchas veces la gente viene a un congreso y tiene tan poco tiempo para conocer el destino que se queda con ganas de más, y entonces vuelve. Es una buena forma de promoción”, comenta Ian Poot Franco, presidente de la asociación Expertos en Turismo y catedrático de la Universidad Intercontinental.

Además, las ganancias que deja tras de sí este tipo de turismo son considerablemente mayores a las de los viajes de placer ya que, en promedio, se genera 30 por ciento más de gasto medio por visitante que en el turismo convencional.
“La industria de reuniones tiene una derrama económica mucho mayor que el turismo tradicional. Si atendemos a los segmentos del Producto Interno Bruto Turístico (PIB turístico), más o menos en el turismo tradicional lo que se gasta en cuarto de hotel lo multiplica por cinco, o bien es 22 por ciento del total del PIBT. Cuando hablamos de ferias internacionales o de convenciones grandes como Expotransporte, la renta de hotel la debes multiplicar por 12; en el caso de congresos internacionales, por 10; de los nacionales por ocho, y de los conciertos y los deportes entre seis y siete... depende de las dimensiones del evento”, dice Gustavo Stauffer, director general de la oficina de visitantes y convenciones Guadalajara.

En México, el turismo MICE representa 1.6 por ciento del PIB nacional, según cifras del gobierno, un gran porcentaje que dejó alrededor de 25 mil millones de pesos de ganancias en 2024, tan solo en Guadalajara, uno de los sitios predilectos para realizar este tipo de eventos, junto con la Ciudad de México, Monterrey, Cancún y Mérida, donde, sumados a otros puntos del país, se esparcen los 54 recintos construidos exprofeso para la realización de reuniones, y que el año pasado sumaron unos 300 mil eventos en conjunto, según datos de la COMIR; una cifra récord, mayor incluso a los números previos a 2019.
Un paso adelante en el Turismo de reuniones
La pandemia representó un duro golpe para todo el sector turístico, que de un día a otro fue forzado a detenerse completamente, dejando a la industria en una crisis comparable a la sanitaria que vivía el resto del mundo y que, de la misma forma, tardó varios años en recuperarse. El cierre económico repercutió fuertemente en el segmento de reuniones. “El sector fue muy dañado durante la pandemia. Todo el tema de congresos, convenciones y grupos recibió un gran impacto porque básicamente se prohibía la concentración de personas en un mismo lugar y más si era cerrado. Aunque hoy, la industria está de vuelta”, señala Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y CEO de Grupo Presidente.
el dato300 mil eventos MICE
Se realizaron en el país en 2024
Un punto clave de esta recuperación progresiva y del resurgimiento del turismo MICE en el país, es el trabajo conjunto que hacen de manera constante el sector público a través de las diferentes instancias estatales y federales, y el sector privado, que representa las empresas, asociaciones e instituciones a la cabeza de los insumos necesarios dentro del sector, como los centros de convenciones, los hoteles y toda la infraestructura que hace posible realizar eventos.

La infraestructura es un punto central dentro del turismo MICE, no solo por los recintos necesarios para albergar a los visitantes, sino también por todo el ecosistema requerido para garantizar una experiencia óptima para los asistentes, incluyendo factores como el desarrollo urbano, servicios, la conectividad nacional e internacional y la movilidad terrestre, aérea y portuaria.
Y aunque en el país existen 780 mil 511 kilómetros de infraestructura carretera, y una red de 78 aeropuertos, que operan mil 503 rutas origen-destino, de las que casi 500 conectan con 44 naciones del mundo, aún existen retos y áreas de oportunidad para mejorar.

Uno de los puntos centrales, además la conectividad —que se sigue trabajando con la construcción de nuevos aeropuertos como el de Tulum o el Tren Maya—, es la descentralización de los recintos especializados, ya que la gran mayoría, por ejemplo el Centro Citi Banamex o la Expo Guadalajara , dos de los más importantes a nivel nacional, están asentados en grandes ciudades del país —donde además se concentra la mayor parte de la inversión pública, privada y extranjera—, dejando a la gran mayoría de estados sin la capacidad para albergar grandes eventos, debido a que no tienen lo necesario. En este punto, diversificar se vuelve crucial para que el turismo MICE crezca en México.
el dato30 por ciento más de gasto medio por visitante genera
El turismo MICE en comparación con el convencional.
Si bien los grandes centros de exhibiciones son los sitios más solicitados para eventos de gran tamaño, los salones dentro de cadenas hoteleras son una parte fundamental para el turismo de reuniones, gracias a las facilidades que brindan a los visitantes (como hospedarse in situ) y a la diversidad de opciones en tamaño y servicios que ofrecen, por lo que, cada vez más, la industria hotelera le apuesta a esta ventana de negocio y se adapta para cumplir con la demanda.
“Hoy los hoteles se están adaptando, por ejemplo, el grupo Posadas está muy enfocado en que todas sus propiedades tengan salones y cada vez toman más fuerza dentro de la industria; antes cuidábamos mucho las habitaciones, dobles, sencillas y demás, hoy se le da mucha más importancia al tema de los salones”, expone Jorge Peña, director de MLH, consultor en hotelería de lujo.

Un futuro prometedor para el turismo de reuniones
Ante sus innumerables ventajas y la creciente demanda mundial, el turismo MICE busca posicionarse como uno de los grandes motores para el sector en México, y, como parte de la estrategia de la Secretaría de Turismo —dirigida por Josefina Rodríguez Zamora— en conjunto con el sector privado, apuesta por modernizar las redes existentes, fortalecerlas y crear nuevas, además de la organización de eventos nacionales e internacionales.
Un paso decisivo para el futuro del turismo de reuniones en el país fue traer a territorio nacional la primera ITB Américas —se realizará del 10 al 12 de noviembre del 2026 y por los siguientes cinco años en Expo Guadalajara—; que será la edición del continente americano de la feria turística más importante de todo el mundo, con sede en Berlín y tres versiones en países asiáticos, junto con World Trade Market. Es un evento B2B que dejará, según estimaciones de Gustavo Stauffer, una derrama económica directa de 350 millones de pesos.

Y aunque ITB es una feria para profesionales del turismo, México tendrá otros eventos masivos en los próximos años, como el mundial de fútbol, de natación, de medicina y un sinfín de ferias y congresos que, en total, traerán una ganancia aproximada de 30 mil millones de pesos tan solo en 2026, además de beneficios integrales para los destinos y sus comunidades, lo que abona al principio de generar un impacto positivo en la sociedad que fomente su desarrollo pleno, más allá de solo lograr un beneficio económico.
GSC