Danone celebra 29 años de sumarse a la causa de Casa de la Amistad para ayudar a niños con cáncer

La marca entregó un donativo por 8 millones de pesos para seguir apoyando a la Institución de Asistencia Privada, que fundó Amalia García Moreno y ayuda a niños de 0 a 18 años con su tratamiento, casa, alimento y mucho cariño

Tras la buena noticia que se dio de que Danone celebra 29 años de apoyar a Casa de la Amistad con un donativo de 8 millones de pesos para que los pequeños que son atendidos continúen con su tratamiento; inicia la visita guiada por las instalaciones de la Institución de Asistencia Privada ubicada en el número 2 de la calle Aldama en la colonia San Juan Tepepan.

De entrada, se explica que "ningún niño puede llegar a tocar la puerta; pues es a través de los diversos hospitales que los pequeños son canalizados a Casa de la Amistad tras un estudio socioeconómico para poder recibir la ayuda que aquí brindamos", dijo Carmen Rubio, quien es una de las 100 voluntarias que apoyan la labor que inició Amalia García Moreno en 1990.

Danone se unió a la causa en 1996, y de entonces a la fecha, el mayor orgullo que tiene la empresa "es que a través de la alianza que hicimos con Casa de la Amistad, 1100 niños han podido vender el cáncer gracias al esfuerzo conjunto, lo cual es nuestra principal motivación para seguir apoyando", destacó Silvia Dávila, presidenta de LATAM y directora general de Danone México, el entregar el cheque correspondiente.
El comedor  en Casa de la Amistad / Adriana Jiménez
El comedor en Casa de la Amistad / Adriana Jiménez

Sin embargo, como en México la estadística reporta que cada año hay entre 5 y 6 mil nuevos casos de niños con cáncer, la necesidad de ayuda se mantiene e incluso se incrementa, por lo que Danone invita a sumarse a la causa, a través de la campaña "Elige Danone, Elige ayudar", ya que al comprar cualquier producto de la marca, automáticamente se está apoyando a Casa de la Amistad.

Esa casa que se convierte en el lugar donde los pequeños de 0 a 18 años y sus familias encuentran la esperanza y el respaldo, mientras reciben su tratamiento; gracias al apoyo de empresas como Danone que en casi 29 años ha sido parte de la historia de vida de más de 2,399 familias beneficiadas con tratamientos oncológicos, a través de sus donativos acumulados de más de  $220 millones de pesos.

"Alianza que agradecemos porque gracias a ella, Casa de la Amistad para Niños con Cáncer ha fungido como el canal para seguir transformando vidas y reducir la tasa de cáncer infantil en México, reafirmando su objetivo de brindar esperanza y apoyo a familias de bajos recursos y sin ningún costo", enfatizó el ingeniero Leonardo Arana, Director de Casa de la Amistad para Niños con Cáncer. 
Adriana Jiménez
Adriana Jiménez
"Aquí, los pequeños que llegan reciben todo el apoyo, siempre tienen que estar acompañados por la mamá o el papá; reciben ropa, alimento y una habitación doble, en la que duermen con su acompañante, según sea el caso", dice Carmen, quien lleva varias décadas como voluntaria, por lo que además de saber y conocer todas las áreas de la casa, también conoce al personal.

Al llegar al área de lavado explica que "a los pequeños se les entrega su ropa de cama y se les enseña que deben tener aseado su cuarto, así como su ropa, para lo cual hay áreas donde las mamás pueden lavar la ropa, ya sea en los lavaderos o bien en las lavadoras".

En el transcurso a la cocina y comedor, la voluntaria explica que "en Casa de la Amistad también hay mucha precisión en cuanto a los horarios, pues diario los chicos tienen que ir a los hospitales donde reciben su tratamiento, para lo cual salen desayunados en el transporte que aquí se les asigna. Tenemos camionetas que los llevan y los traen. Y si por alguna situación, no pueden regresar en las camionetas, les ponemos un taxi. Y vuelven para la hora de la comida", dice al tiempo que el chef sale a explicar que "siempre se hace un menú muy equilibrado y afín a la dieta que requieren los chicos, de acuerdo a su tratamiento".
El salón donde los pequeños reciben sus clases, de acuerdo a su edad / Adriana Jiménez
El salón donde los pequeños reciben sus clases, de acuerdo a su edad / Adriana Jiménez

Tras recorrer un largo pasillo y pasar por las habitaciones que cuentan con baño propio, "pues los niños no pueden usar el mismo baño que los demás", encontramos los salones de clase.

"Aquí los pequeños reciben su instrucción escolar, dependiendo de la edad, pues independientemente de sus tratamientos, buscamos que estén al corriente con sus estudios. Para ello contamos con maestras que asigna la SEP. Y tenemos varios grados, pues todos los pequeños toman sus clases, desde los pequeñitos de 2, 3 años, hasta los adolescentes o jovencitos de prepa", dice Carmen, mientras un par de pequeñas atiende las indicaciones que les da la maestra.

A unos cuantos metros se ingresa a la Ludoteca, un hermoso lugar seccionado con una variedad de opciones para el juego, hay un espacio de muñecas, uno más de un supermercado, una pequeña cocina, un anaquel con cochecitos y al fondo un librero, donde la variedad de libros, es afín a la diversidad de pequeños que están luchando contra el cáncer.

El salón de los clases, donde los peques reciben instrucción de acuerdo a su edad y grado escolar / Adriana Jiménez
El salón de los clases, donde los peques reciben instrucción de acuerdo a su edad y grado escolar / Adriana Jiménez

Al entrar a esa zona hay tres voluntarios, dos mujeres maduras y un joven, y apenas se les convoca a compartir cuál es su labor, los tres coinciden en que "más que trabajo, es una oportunidad de poder apoyar a los niños en tratamiento". 

Ninguno de los voluntarios recibe un sueldo; sin embargo, también los tres coinciden en que la oportunidad y las lecciones que les dan los pequeños todos los días "con su fortaleza, ánimo y actitud a pesar de la enfermedad que enfrentan es más que un pago. En realidad, ellos nos dan más, de lo que nosotros les podemos dar".

Un patio grande con mesas periqueras es el último punto del recorrido. Ahí se han colocado las herramientas para hacer pulseritas y llaveritos, como los que hacen los chicos, como parte de su terapia a la par de su tratamiento contra el cáncer, y también para regalar a los visitantes y hasta para la venta, pues cualquier recurso que se pueda obtener es bueno, porque los tratamientos que costea la institución son muy caros; además de la manutención de Casa de la Amistad, donde el apoyo, cariño y atención hacen más llevadera la lucha de los pequeños y sus familias contra el cáncer.

Una forma de ayudar es comprando productos, como esta mascada con diseños de los pequeños que realizó Pineda Covalin / Adriana Jiménez
Una forma de ayudar es comprando productos, como esta mascada con diseños de los pequeños que realizó Pineda Covalin / Adriana Jiménez

Claves

También tú puedes ayudar

A través de un donativo mensual que puede ser desde 100:00.

Comprando alguno de los artículos que se venden en la tienda de la sede de Casa de la Amistad.

Con ropa en buen estado, ya sea para los pequeños o bien para vender.

Con alimentos, ya que además de darles los alimentos, cuando se van a sus lugares de origen se les da una despensa para ayudarse, mientras regresan a su tratamiento.

AJR


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Adriana Jiménez Rivera
  • Adriana Jiménez Rivera
  • [email protected]
  • Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectivo, egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, ENEP Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con más de 32 años de experiencia en el periodismo escrito, en los diarios El Esto y La Afición, y las revistas Tele Guía y Oye mi canto; y desde 2000 en MILENIO DIARIO como reportera, y Coeditora desde 2009 a la fecha.
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