¿Lo notaste? En los últimos días, la ciudad de Tampico ha experimentado la presencia de polvo del Sahara, un fenómeno natural que ocurre anualmente. La concentración de estas partículas fue particularmente alta, afectando la visibilidad y el color del cielo.
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El 29 de julio, los ciudadanos disfrutaron de un cielo azul radiante, pero para el 30 de julio, el cielo adoptó un tono rojizo, creando un paisaje impresionante y poco común. Este cambio en la apariencia del cielo es un efecto directo de la densa capa de polvo que viaja desde el desierto del Sahara hasta América.
El polvo del Sahara, aunque impactante en su efecto visual, no provoca condiciones adversas significativas en la población. Las autoridades sanitarias han indicado que no hay riesgos graves asociados con esta condición y que las personas pueden continuar con sus actividades normales.
Este fenómeno no es raro y suele ocurrir cada año, transportando partículas que recorren miles de kilómetros a través del océano Atlántico. Además de cambiar el color del cielo, el polvo también puede influir en la calidad del aire y afectar a quienes tienen problemas respiratorios, aunque este impacto suele ser mínimo.
