El Vicente Sánchez entrenador coincide en algo con lo que se recuerda de él como jugador: su carácter volcánico en la banda, con la playera de Toluca era vértigo en estado puro en la banda izquierda. Con la casaca de entrenador, es un volcán a punto de explotar, grita, gesticula, analiza, interviene y después, cae de rodillas y agradece.
Sí, Cruz Azul tiene un entrenador con personalidad, que podrá gustar o no, pero la tiene y la ha demostrado, pues después de 23 partidos (15 de Liga y 8 de Concacaf) ha situado a La Máquina en una Final de corte internacional, nada menos que en la Champions Cup de la Concacaf, la cual disputará como local ante el Vancouver Whitecaps de Canadá.
The Final Battle ????
— Concacaf Champions Cup (@TheChampions) May 2, 2025
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Lo que ha conseguido Vicente no es cosa menor, al contrario, tiene un mérito mayúsculo, más cuando a lo largo de estos meses ha ido superado el fuego externo, pero sobre todo la metralla interna, esa que le concedía pocas opciones y que le puso siempre la etiqueta de provisional, hasta que enterró las dudas con base en trabajo, pero sobre todo con resultados, y no hay que olvidar que en el mundo del futbol esos son los que sostienen a los entrenadores, le pesen a quien le pesen.
Desde su debut, el pasado 25 de enero en Liga Mx ante Puebla (1-1), Vicente ha ido construyendo un equipo, no le fue nada sencillo, más cuando la retina venía de ver lo que se logró con Martín Anselmi, le costó lidiar con una herencia que cautivó, pero que no ganó nada, porque sí, el Cruz Azul de Martín Anselmi gustaba, pero fracasó en dos ocasiones ante el América.
Y eso Vicente ha dado también un paso al frente, porque después de recibir palos y palos, en la Concacaf se sacudió ese dominio que el América tenía sobre Cruz Azul, su Máquina fue capaz de quitarle al tricampeón del futbol mexicano el objetivo principal que tenían para este año, le robó esa tremenda ilusión y ese anhelo que le había pedido el dueño de las Águilas a su equipo, eso lo logró Vicente Sánchez a punta de goles y de buen futbol, porque no se acomplejó ante los azulcrema y los mandó al diván.

La única derrota que registra Vicente Sánchez, hasta ahora, fue precisamente en la Liga Mx ante Tigres, pero con el pase a la Final se ha cobrado esa factura, porque le robó a los felinos regiomontanos esa posibilidad de pelear por la internacionalización que tanto les ha costado.
En Champions Cup, el entrenador charrúa ha dirigido 8 partidos, con saldo de 5 ganados y 3 empatados, un contundente 75 por ciento de efectividad, con 15 goles anotados y solo 3 recibidos, para una diferencia de +12. Su escuadra ha tomado su sello en el momento decisivo, porque tiene el equilibrio defensivo y ofensivo. Sabe a lo que juega y busca ejecutarlo.
En Liga Mx sus números son igual de buenos: 15 partidos dirigidos, con saldo de 9 ganados, 5 empates y 1 derrota, para una efectividad del 71 por ciento. Con 25 goles anotados y 14 recibidos. En el torneo local terminó el curso en la tercera posición, cuando pocos creían que podría tener un buen Clausura 2025 se metió en la zona noble por mérito propio. Es más, no perdió ni con América ni con Toluca, los equipos que terminaron por encima de él, lo que lo convierte por naturaleza en un candidato al título de Liga.

Vicente Sánchez ha cambiado a Cruz Azul, le ha devuelto la ilusión perdida, cuando parecía que el club se quedaba en la oscuridad de la orfandad por la salida de Martín Anselmi; Vicente fue la calma en la tormenta, su gestión se demuestra con hechos fehacientes. Con una final internacional alcanzada y con una Liguilla a punto de empezar, el Cruz Azul de Vicente Sánchez tiene licencia para soñar.
CIG