La llegada de Mark Carney como primer ministro de Canadá marca un punto de inflexión en su política migratoria que permitirá un ajuste también para los mexicanos, que siguen viendo a ese país como una opción para migrar, ya sea para estudiar, trabajar, hacer negocios o que buscan refugio.
El panorama para los connacionales y otros latinoamericanos enfrenta un giro significativo, tomando en cuenta que la migración de mexicanos, históricamente relevante, se ve impactada por nuevas directrices que buscan priorizar la integración y la sostenibilidad.
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Actualmente, México ocupa el primer lugar de latinos en Canadá con más de 250 mil personas que viven de forma legal; además hay una población flotante de más de medio millón que están estudiando o trabajando de forma temporal.
Además, son los mexicanos los primeros en aplicar para refugio, seguido de los colombianos.
Los programas de trabajadores temporales en agricultura se van a fortalecer y el propio Carney aseveró que también se favorecerá a los inmigrantes dedicados al sector de la construcción y los oficios.
Se espera que autoridades de ambos países lleguen a un acuerdo para eliminar nuevamente las visas para mexicanos de acuerdo con fuentes del gobierno de Canadá; en ese sentido ya se han iniciado conversaciones.
Para Jesús Hernández, consultor reglamentado del gobierno del primer ministro y CEO de CI Canadá, la nueva política migratoria agilizará el procesamiento de solicitudes, un problema crónico que genera incertidumbre entre los que buscan quedarse.
“Para los mexicanos, estas políticas implican un panorama mixto. Por un lado, la reducción de permisos temporales podría complicar el a trabajos de baja calificación, un camino tradicional para muchos. Por otro lado, los incentivos para profesionales calificados y estudiantes con dominio del francés e inglés abren oportunidades en sectores estratégicos”, explicó Hernández a MILENIO.
En ese contexto, Mark Carney, reconocido por su rigor económico, ha criticado la falta de planificación de gobiernos anteriores, argumentando que la migración debe alinearse con la capacidad nacional.
El nuevo gobierno liberal, a través de la nueva ministra Lena Metlege Diab, promete reducir los niveles de migración a cifras sostenibles. Para 2027 las isiones de residentes permanentes se estabilizarán en 365 mil por año (menos del 1% de la población), frente a los 485 mil de 2024.
Aunque en principio Canadá se mantiene abierta a los migrantes, lo realiza con esquemas más controlados y estrictos, pero ofreciendo una ventana de oportunidades para los mexicanos que quieran viajar a este país, ya sea a estudiar, trabajar, invertir o incluso si requieren ayuda en cuanto refugio.
“Aunque Justin Trudeau (primer ministro anterior) impulsó la economía, desbordó la infraestructura del país, exacerbando la escasez de viviendas asequibles y saturando los servicios de salud y educación.
"Los precios de las viviendas alcanzaron un promedio de 710 mil dólares canadienses en 2025, y los alquileres subieron 22 por ciento en dos años, según la oficina de Estadísticas de Canadá”, comentó Hernández.
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El consultor explica que se espera que la nueva ministra de migración mantenga una visión de empatía con los extranjeros que ya están en Canadá para que puedan acceder a la residencia permanente, además de fortalecer su ingreso siempre y cuando cumplan con los requisitos para integrarse en sectores de alta demanda.
“Carney lo dejó muy claro en su plan de gobierno al priorizar la transición de residentes temporales en Canadá hacia la residencia permanente, enfocándose en trabajadores cualificados en sectores como la construcción, la salud, finanzas, informática, oficios o ingenierías donde persisten vacantes críticas”, agregó Hernández.
Por su parte, la profesora Lisa Veronis, experta en migración de la Universidad de Ottawa, destaca la necesidad de este ajuste, pero advierte sobre posibles consecuencias.
“Carney está respondiendo a un sentimiento público que percibe la inmigración como una carga, pero el riesgo es estigmatizar a los migrantes, quienes son esenciales para el crecimiento económico y demográfico de Canadá”, explicó Veronis.
Veronis señaló que, aunque los recortes pueden aliviar la presión inmediata no abordan la raíz de la crisis: décadas de subinversión en vivienda y servicios, que sin una estrategia paralela de inversión masiva en infraestructura, estas políticas podrían limitar el potencial de Canadá.
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