El gusto por el ramen en México vive un auge creciente desde hace tres años, en que el número de establecimientos pasó de mil 600 a más de 2 mil 200 unidades, sin embargo, los restaurantes especializados enfrentan alzas de costo en insumos, algo que no desalienta la demanda pero si la forma de consumo.
Si bien lo más atractivo de este platillo de comida asiática es su intensidad y variedad de sabores provenientes de su fondos de caldo especiados y de sabores profundos, que hacen muy combinables las pastas con casi todo tipo de carnes, mariscos e incluso verduras, generando experiencias gastronómicas únicas muy explotables en restaurantes, aunque el lado fuerte de la demanda se orienta a la compra de fideos instantáneos, de bajo precio y fácil preparación de las que se vendieron 1 mil 500 millones de unidades en 2024, y ha crecido a ritmo de 8.3 por ciento desde 2021.
Según la Revista del Consumidor, en 2019 se vendían en México 890 millones de unidades, y creció a mil 200 millones en 2021 y a mil 500 millones al cierre de 2024, lo que puso a México en el segundo lugar, detrás de Brasil, en América Latina, y en el sitio 15 a escala mundial.
Pero dan para más: “Las ventas de mil 500 millones de unidades reportadas no lograron satisfacer la creciente demanda de ramen instantáneo en el país por retraso de las fábricas que cambiaron los envases de unicel por los de cartón para hacer más saludable el precocido”, comentó Alejandro Gutiérrez, CEO de la importadora de alimentos Guval Foods.
La consultora gastronómica, Business Plans, prevé que la popularidad del ramen representa un atractivo nicho de negocios, estimado en 54 mil 500 millones de dólares (mdd) a escala global.
Mientras que la firma Processed Food fijó el tamaño del mercado de fideos de ramen instantáneos en América del Norte en 1 mil 243 mdd, con crecimientos anuales de 5.97 por ciento, donde México apenas tiene uno por ciento del mercado, una gran oportunidad de negocios para este tipo de alimentos.
- Te recomendamos ¡Ni los pañales les ayudaron! Flujo operativo de Kimberly cae 11% y ventas se estancan en 1T25 Negocios
En contraste, en México alrededor de 60 por ciento de los restaurantes especializados cierran dentro del primer año por factores como exceso de trámites de operación, ubicación deficiente, mala estrategia de marketing, fallas de suministro de insumos, lidiar con precios y calidad de importación, que encarecen el platillo entre 10 y 20 por ciento anual.
El precio de un suculento caldo de ramen sazonado con miso o soya en un restaurante especializado oscila entre 180 y 270 pesos.
En tanto que la degustación de fideos con saborizantes químicos de carne o mariscos, envasados en porciones individuales o paquetes precocidos se ofertan desde 8 pesos para preparar en casa; y desde 20 pesos a 80 si son instantáneos para servir con agua caliente en oficina, asienta la consultora.
Las razones del auge
“Su éxito en México y otros países como Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur radica en su precio accesible y opción de una comida rápida ante un ritmo de vida acelerado”, comentó a MILENIO Alejandro Gutiérrez, de Guval Foods, que desde hace 20 años inició el posicionamiento en el país del sushi y otros platillos orientales.
Previo a la pandemia, explicó, las ventas de comida asiática tenían un crecimiento moderado, pero la contingencia obligó al encierro y disparó la demanda de ramen instantáneo (dominado por Maruchan y Nissin Foods) en tiendas y supermercados.
Hasta 60 por ciento de las ventas corresponde a mujeres que ven en los vasos y paquetes precocidos una alternativa accesible y de fácil preparación.
El otro 40 por ciento, explicó Gutiérrez, son jóvenes entre 18 y 25 años, influenciados por las series de K-Drama y doramas (novelas) coreanas.
“Los adolescentes ven el ramen como una forma de conectarse con la cultura asiática y el estilo de vida de los personajes de sus series. De ahí, que opten por comprar sopas instantáneas, aunque no siempre lo asocian como saludable”.
El culto gourmet
Contrario a las sopas baratas, los restaurantes importan insumos como el nori (algas marinas), menma (bambú fermentado), soyhu (salsa de soya), chashui (harina de trigo y carne), necesarios dar calidad al platillo, aunque implique mayor precio, lo que explica que 70 por ciento de sus comensales son mayores de 45 años.
Ernesto Navarrete, gerente de Curry Ramen, dijo que aunque la clientela es constante, el margen de utilidad de los últimos meses bajó de entre 25 y 20 por ciento a sólo 15 por ciento.
“Contamos con una gran variedad de platillos como el miso ramen, chashu ramen, shu ramen y tonkotsu ramen, que van de 180 a 270 pesos. No hemos modificado precios para evitar perder clientela, pero surgen nuevos establecimientos que aumentan la competencia”.
Para contrarrestar la pérdida en utilidades, prepara buffets de ramen a 180 pesos por persona, con lo que logra equilibrar sus finanzas. “También incluimos en la carta paquetes de ramen combinados con sushi para que la gente pueda disfrutar nuestras especialidades a precios más módicos”.
Ricardo Carranza, encargado de Japi Ramen, en la capitalina colonia del Valle, contó que enfrentan el encarecimiento de insumos con mayor variedad de porciones y presentaciones de los platillos.
“Los tenemos desde los más básicos que incluyen carne de pollo hasta pizzas de ramen individuales, además de ensaladas perfectamente sazonadas con aderezos y salsas de soya que son un éxito”.
“No hablamos de nuestras recetas propias porque son parte de nuestra diferenciación; lo cierto, es que para tener éxito en este negocio hay que dar el adecuado tiempo de cocción a los alimentos y saber mezclar la carne e ingredientes, para siempre ofrecer calidad”.
Las mejor evaluadas
En agosto del año pasado, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), evaluó la autenticidad y el sabor de las marcas de ramen que se ofertan en tiendas y supermercados para su preparación en casa.
Entre las mejores listó a Nongshim, con fideos de alta calidad que incluso son utilizados por restaurantes especializados; le sigue J-Basket disponible “en vasito” y contiene menos grasa con 1.05 g por 100 gramos.
La marca Shin Ramyun quedó como la tercera mejor, por sus sabores intensos y picantes, ideal para amantes de sabores fuertes.
Ottogi Jin Ramen es el producto con menos calorías y carbohidratos entre los analizados, aunque contiene menos proteína; pese a ello es la mejor opción coreana en vasito.
Por último, Samyang ofrece fideos de alta calidad y condimentos únicos con una mayor variedad de sabores; opción para quienes gustan de un buen caldo, a precio accesible.
AG
