Que ni dos meses pudo cumplir Pedro Alberto Velázquez Castro en su cargo como director de Seguridad y Resguardo del Patrimonio Cultural del INAH, pues ayer fue renunciado después del escándalo de la semana pasada por el cierre de varios museos en la Ciudad de México. Los 60 días se hubieran cumplido el próximo jueves, pero esta vez no hubo un Francisco Garduño que lo salvara, como cuando ambos trabajaban en Migración y el primero no investigó las numerosas denuncias por acoso sexual que había contra su colaborador.
Que los legisladores morenistas Alfonso Ramírez Cuéllar y Guadalupe Chavira dieron marcha atrás y eliminaron de sus redes sociales la convocatoria a una “protesta pacífica y solidaria contra la represión a migrantes en Estados Unidos” frente a la embajada este martes, al tiempo que el coordinador de la mayoría guinda en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, advirtió que no existe acuerdo ni autorización de su bancada para tal acto, y hasta el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, descartó participar.
Que quién iba a decir que a los creadores del “voto por voto” casualmente se les iba a olvidar contemplar el derecho de un recuento en la elección judicial y a partir de hoy las candidaturas que no ganaron intentarán en vano pedir al Tribunal Electoral, que encabeza Mónica Soto, una revisión, pues, aunque haya infinidad de dudas legítimas, sobre todo ante el alto porcentaje de sufragios nulos, la reforma judicial no prevé recuentos. Así que los resultados que se cerraron ayer son los que son: definitivos e irrepetibles.
Que mientras Naasón Joaquín purga condena en EU por abuso sexual, el templo que fundó en Guadalajara cosecha frutos en México, pues dos hijas de líderes de La Luz del Mundo —Madián Menchaca y Eluzai Aguilar— se perfilan como juezas federales después de la elección del 1 de junio. La primera es hija del obispo y abogado de Naasón, Nicolás Menchaca Tristán, y la otra es hija del obispo Samuel Rafael Quintana. ¿Quiubo?