Que las nuevas cámaras colocadas en vialidades como el bulevar del Niño Poblano y la Vía Atlixcáyotl ya no se conforman con medir la velocidad. Resulta que ahora algunas de estas “inteligencias viales” también detectan si el conductor lleva puesto el cinturón de seguridad o si va texteando mientras maneja. Es decir, que el ojo del Estado ya no solo vigila si se corre por encima de la velocidad permitida, sino también si se chatea. Más vale que los automovilistas dejen el celular y se abrochen el cinturón, porque la próxima multa podría llegar con foto incluida.
Que en tiempos de desesperanza ante la actual crisis migratoria que se vive gracias a las políticas de Donald Trump, parece que lo único que queda es tener fe. Tal vez por eso se vio en la misa dominical en el templo de Nuestra Señora de la Esperanza al titular de migración Sergio Céspedes, quien sin dispositivo de seguridad ni aspavientos se presentó a los servicios.
Que eso sí, el ex gobernador de Puebla y su familia estuvieron al pendiente de su esposa Gaby Bonilla en todo momento, puesto que tiene que caminar con muletas debido a la lesión que presenta en una de sus extremidades.
Que la Secretaría de Seguridad Pública decidió sumarse a una campaña preventiva para evitar que más ciudadanos caigan en la trampa de los robos, secuestros y fraudes que se cometen a través de redes sociales con la supuesta compra-venta de vehículos. Ahora las autoridades insisten en verificar al vendedor, acordar encuentros en lugares seguros y como novedad, ofrecer acompañamiento policial si se solicita al 911. La Guardia Nacional también tiene un esquema similar, ahora falta que la gente deje de confiar más en Facebook que en su sentido común.
Que esta semana podrían arreciar las protestas de motociclistas, justo cuando se acerca la fecha límite para que el Congreso local vote la nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial donde se busca meter en cintura a un sector que ha crecido sin control y que en muchos casos ha sido relacionado con actividades ilícitas. La pregunta es si los legisladores se animan a frenar la anarquía de las dos ruedas.
