Libros de texto… de la dictadura cubana

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Gil trabajaba a brazos partidos en su más reciente análisis político: Pepe Pérez Peluquero / Peina personas pudientes/ Personajes poderosos/ Por procedimientos particulares/ Principalmente poetas, pintores, profesionistas, profesores/ Platica poco, pone patillas parejas/ Prepara pociones para proteger pelo/Puede parecer petulancia/ Pero Pepe Pérez Peluquero/ Puede probarlo personalmente/Porque Pepe Pérez Peluquero/Prefiere puros Peines PIRÁMIDE.

Gamés logró profundidad y seriedad en su análisis cuando intervino la ruda realidad (ru-re) y leyó en su periódico El Universal y en una nota de Verónica Ayala esta noticia bomba. Si están parados siéntense, si están sentados párense (no empiecen). El gobierno de L(i)ópez gastó en 2023 y 2024 el equivalente a 22 millones de dólares en la impresión de los nuevos libros de texto que se reparten en Cuba. Así lo reveló una investigación . Así como lo leen, lo oyen y lo sienten (¿van a seguir con sus cosas?).

Por cierto, el presupuesto anual del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una institución borrada del mapa que se enfocaba al diagnóstico de la pobreza, liquidada junto a otros seis organismos autónomos bajo el argumento de la austeridad, pues el presupuesto del Coneval era equivalente a lo que el gobierno de Liópez gastó en imprimir los libros para Cuba. Muy bonito.

Hecho en México

Lean esto, por piedad: el financiamiento, impresión y envío de los libros involucró a tres dependencias federales: la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), organismo descentralizado de la Secretaría de Educación Pública, que encomendó producir los ejemplares a la Impresora y Encuadernadora Progreso (Iepsa), empresa de participación estatal mayoritaria, mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores fue la responsable de enviar por barco, desde el puerto de Veracruz, casi 15 millones de libros. Ya en serio y dicho con claridad poética: me cae que sí se pasan. En el colofón de los libros se señala que fueron impresos en los talleres de Iepsa, en Iztapalapa.

Con la colaboración del Observatorio de Libertad Académica, los autores de la investigación obtuvieron ejemplares de los libros cubanos financiados por el gobierno mexicano y corroboraron que en la página legal de cada volumen aparece la referencia de que fueron impresos en México por Iepsa por encargo de la Conaliteg. Gilga está en plena ebullición: ¿alguien duda aún del castrismo de Liópez y su gobierno?

Gil cita a Verónica Ayala: “dos contratos de Conaliteg con Iepsa: el primero es de agosto de 2023 y ampara la impresión de 5.2 millones de ejemplares, mientras que el segundo es de julio de 2024, para imprimir 9.6 millones de libros. En conjunto, el monto acordado en ambos contratos es por 387 millones 455 mil pesos, que equivale a 22 millones de dólares al tipo de cambio vigente en las fechas en que se acordó imprimir los ejemplares”.

El costo de impresión de los libros de texto cubanos, sin contar la logística del traslado, se acerca al desembolso del gobierno mexicano en la contratación de médicos cubanos. The Lancet, la revista británica especializada en temas médicos, reveló que entre 2022 y 2023 el gobierno mexicano gastó casi 24 millones de dólares (equivalentes a 400 millones de pesos al tipo de cambio promedio de esos años) en la contratación de 610 médicos cubanos para atender el déficit en comunidades rurales.

Mendacidad

En atención a una petición del gobierno cubano, la Cancillería gestionó ante la SEP la impresión de un total de 268 títulos que van de preescolar hasta nivel preuniversitario. En ambos contratos se lee que los libros fueron pagados por México a petición del gobierno de Cuba.

Gil escribe aquí una cifra: 14 millones 940 mil 578, cantidad de libros hechos en México que llegaron a Cuba por vía marítima. Las exportaciones de los materiales educativos se realizaron a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y fueron dirigidas a Editorial Pueblo y Educación, la instancia que antes se dedicaba a la publicación de libros de texto de los distintos niveles de enseñanza del sistema educativo en Cuba.

Así las cosas. No sobra, aunque sobre, decir, escribir, que la industria editorial mexicana atraviesa por una noche negra y que los libros de texto para los niños y las niñas mexicanos son un desastre y se entregaron mal y a destiempo. Gilga caminó sobre la duela de cedro blanco con los ojos de plato y plata. Uta.

Todo es muy raro, caracho, como diría Kierkegaard: “Existen dos maneras de ser engañados. Una es creer lo que no es verdad, la otra es negarse a aceptar lo que sí es verdad”. 


Gil s’en va


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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