A una semana del trágico accidente ocurrido en el puente del Cuije, sobre la carretera Torreón - San Pedro, en el que se vio involucrado un autobús de la línea Ejidales, propiedad del Grupo González de San Pedro, Coahuila, que colisionó con una camioneta Renault Duster, y ambos vehículos cayeron desde lo alto del puente hacia el vado del Río Nazas, una de las pasajeras narra lo vivido.
Bárbara Karime Sánchez, una sobreviviente de 23 años originaria del ejido San Felipe, municipio de San Pedro, Coahuila, relata que el pasado domingo 30 de marzo se dirigió a Torreón, Coahuila, debido a que su bebé, quien nació prematuro, se encontraba en la Clínica 18 del IMSS y ella necesitaba visitarlo.
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A pesar de que ese día no era jornada de visitas, decidió ir a la central de autobuses Torreón - San Pedro de la línea Ejidales para regresar a San Pedro. Tomó el autobús de las 18:10 horas, sin imaginar lo que le depararía el destino.
"No conozco bien los ejidos a lo largo de la carretera Torreón - San Pedro, pero cuando el autobús se acercaba al puente del Cuije, viajaba del lado de la ventana. De repente, vi que la camioneta venía directo hacia nosotros, había brincado el camellón, y el conductor del autobús, visiblemente nervioso, dio un volantazo hacia el río. De pronto, ya estábamos abajo del puente, eso es lo que recuerdo", relató.
Bárbara Karime explicó que, cuando el conductor dio el volantazo hacia el lado del río, pensó que el autobús simplemente se deslizaría hacia abajo. Sin embargo, el autobús cayó desde lo alto del puente hacia el vado, donde terminó con los neumáticos hacia arriba.
"Desde el primer momento, me aferré al asiento de enfrente con mucha fuerza, y cuando caímos al vado, quedé entre ambos asientos, pero logré salir. Gracias a Dios, no sufrí lesiones graves, y la carrocería del autobús no se aplastó completamente, lo que permitió que pudiera salir", añadió.
Para Bárbara es un milagro que no hubiera más víctimas fatales
Una vez fuera del autobús, Bárbara Karime vio el caos que se desató, algo que quedó registrado en los videos y fotos captados por los testigos. Para ella, fue un milagro que no hubiera más víctimas fatales, pues el autobús cayó desde una gran altura y muchos pasajeros pudieron haber quedado atrapados dentro.
"Comenzaron a llegar las ambulancias, los heridos estaban por todas partes, y la gente se ayudaba entre sí. Nosotros, los mismos lesionados, nos apoyamos mutuamente. Fui llevada a la clínica del IMSS de San Pedro, y afortunadamente no tuve lesiones graves, pero fue una experiencia horrible", relató.
Este accidente se considera uno de los más graves ocurridos en los últimos años. Como bien menciona Bárbara Karime, fue un milagro que no hubiera más víctimas mortales, un milagro para ella, quien, después de todo lo vivido, sigue visitando a su bebé. Sin duda, su hijo fue su amuleto y bendición en ese momento tan trágico.
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