De acuerdo con el titular de la Secretaría de Gobierno de Hidalgo (Segobh), Guillermo Olivares Reyna, el primer corte de hidalguenses deportados por las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se tendrá a mediados del mes de febrero.
Lo anterior, reconoció el funcionario estatal, debido a que esta acción del país del norte para repatriar a personas inmigrantes ilegales inició apenas hace unas semanas por lo cual no se cuenta con una cifra precisa de las personas que regresaron a la entidad por esta circunstancia, desconociendo al momento el total de migrantes deportados y recibidos en territorio estatal.
“Estamos en pleno proceso de deportación, las noticias por medios electrónicos dan cuenta de ello, pero hay que esperar más para hacer un corte, se va a reflejar en municipios, por eso es importante la reunión con estas autoridades para que sepan, estén atentos, para identificar quién llega a las comunidades y cómo llegan: en familia, solos, es lo importante, los cortes de las personas migrantes que regresen los iremos dando a poco a poco, quizá dentro de 15 días sea el primero”, manifestó.
Deportación masiva
Por cuanto hace a una posible deportación masiva, Olivares Reyna prefirió no adelantar este escenario, pues al ser una política del presidente de Estados Unidos no se puede estimar la cantidad de hidalguenses que serán deportados en próximos días, ya que se tiene alrededor de 400 mil personas que residen en el país del norte y que son originarios de Hidalgo.
“Deportación masiva, es regresar a México, en este caso al estado, un número alto de personas migrantes, aquí (Hidalgo) hablamos de más de 400 mil hidalguenses, si de pronto los municipios reportan un incremento sustancial en sus poblaciones, eso reflejaría una deportación masiva”, sentenció.
Finalmente, el titular de la Segobh reiteró la disposición del gobierno estatal para apoyar a las personas que sean repatriadas por estas políticas de Estados Unidos, pero sin permitir que se dañe el tejido social, por lo cual se debe incorporar a la actividad productiva a los connacionales en rubros que no afecten la paz social de cada demarcación de la entidad, como es el caso de permitir la apertura de “giros negros”, sino priorizar actividades de emprendedores que beneficien a las comunidades.