Como parte del rescate ambiental y de justicia social para el Valle del Mezquital, con un presupuesto de 663 millones de pesos la Comisión Estatal del Agua y Alcantarillado (CEAA) saneará el río Tula y Salado al enviar las descargas de drenaje de los centros urbanos, así como de Pemex y una cementera de la región, a la planta de tratamiento de la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El proyecto para el saneamiento de los ríos
Se implementará en río Tula y Salado en una primera etapa de dos años, se llevará a cabo en Atotonilco de Tula, Atitalaquia y Tula, de acuerdo con la manifestación de impacto ambiental que ingresó la dependencia estatal a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) federal.
Esta obra se planea luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció un plan de saneamiento para las regiones históricamente afectadas por la contaminación, como Tula, donde también se instalará un polo del Bienestar con énfasis en la economía circular.
Ante ello, con el objeto de limpiar el río Tula y Salado, la CEAA construirá un sistema de colectores troncales y plantas de bombeo con la finalidad de conducir el agua residual municipal hasta la planta de tratamiento de la central termoeléctrica de CFE, para su posterior tratamiento y reúso en sus procesos de enfriamiento en la generación de energía eléctrica.
Este proyecto tiene como objetivo ampliar las redes de atarjeas y colectores en la zona para resolver la problemática de saneamiento, al evitar las descargas de agua residual a las corrientes de drenaje natural, ya sea arroyos, ríos, cárcavas y cañadas.
Consiste en obras hidráulicas que garantizan la conducción del caudal de aguas residuales hacia la infraestructura de tratamiento.
Contempla una estación de bombeo principal en el río Tula y dos en el río Salado, que recibirán aguas residuales de colectores. Su diseño busca evitar efectos desagradables en la población como malos olores. El estudio detalla que el proyecto captará descargas de la población adyacente al río Tula, así como de la fábrica de cemento Tolteca y Petróleos Mexicanos (Pemex).
Para la operación y mantenimiento del proyecto, se espera conservar la rentabilidad mediante la captación de ingresos derivados de la instalación de medidores.
Problemática ambiental
Al menos 800 litros por segundo de agua residual se vierten hacia el río Tula y Salado sin tratamiento alguno. De continuar esta tendencia en un período de 30 años este caudal podría incrementarse a más de mil 500 litros por segundo de agua residual sin tratamiento, lo que ocasionará severos daños a los ecosistemas y salud pública, advierte el documento de 174 páginas.
“Por tanto, se requiere el saneamiento integral y la tecnificación de la zona, para que los agricultores puedan recibir agua con nutrientes y sin coliformes, que son los principales contaminantes. El objetivo es diversificar los cultivos y mejorar la calidad del agua para el consumo humano”, señala el documento.
A su vez, “sanear y tecnificar el Valle del Mezquital responde a la necesidad de aprovechar las aguas negras de la zona metropolitana para crear una región altamente productiva y sostenible”.
Además, se pretende ayudar a garantizar el al agua potable para todos. En la actualidad se tiene el reto de dotar a una población en crecimiento, al tiempo de avanzar hacia un uso sostenible de los acuíferos que hoy se encuentran sobreexplotados así como garantizar la suficiencia alimentaria.
“Se ha mantenido por años una problemática relacionada con el saneamiento de las aguas residuales de la zona norponiente de Hidalgo, en particular en las áreas aledañas a los ríos Tula y El Salado, así como, a los acuíferos existentes en el Valle del Mezquital y manantiales, mismos que son empleados para el abastecimiento de agua potable de la ciudad de Tula y zona conurbada”.
El crecimiento urbano, los desarrollos industriales, así como cabeceras municipales sin procesos formales de tratamiento de aguas residuales, ha incrementado los índices de contaminación de agua en la región, principalmente de los ríos Tula y Salado así como sus afluentes que son los ríos Rosas y Tlautla.
El estudio señala que la problemática ambiental que presenta el Valle del Mezquital se caracteriza por la contaminación del agua superficial y subterránea, degradación del suelo, polución atmosférica, crecimiento urbano, proliferación de maleza acuática, deforestación, cambios de uso del suelo, manejo inadecuado de residuos sólidos y uso indiscriminado de agroquímicos con sustancias no autorizadas, entre otros.
