El Servicio de Urgencias del Estado de México (SUEM) advirtió que en temporada de lluvias los accidentes automovilísticos se incrementan aproximadamente 10 por ciento, por lo que enfatizan la necesidad de tomar acciones preventivas por parte de los propios conductores y así evitar siniestros.
Una vez que se presentan las precipitaciones, la manera de circular las calles y carreteras mexiquenses cambia, pero si no se toma en cuenta el riesgo, los accidentes de tránsito son más comunes, de acuerdo con el SUEM y las atenciones que ellos brindan.
Los accidentes pueden ser graves o leves, por ello las medidas a considerar son encender las luces del automóvil en todo momento; disminuir la velocidad; mantener la vista al frente en carretera; duplicar la distancia entre los vehículos; evitar cruzar charcos a alta velocidad; revisar los limpiaparabrisas así como las luces del auto.
Infraestructuras en riesgo
Por su parte, Protección Civil del Estado de México advierte del colapso de las infraestructuras que forman parte del urbanismo estatal, lo que puede afectar de igual manera a los vehículos, tanto particulares como de carga y transporte. Tal es el caso de la erosión de los terrenos, es decir, el agua de lluvia arrastra el suelo que se encuentra bajo los cimentaciones, lo que deja estructuras sin soporte suficiente; también la saturación del subsuelo, que significa que pierde su capacidad portante, y las estructuras pueden hundirse o agrietarse.
Otros daños son el colapso de drenajes o taponamiento por basura, que provoca que el agua se acumule, lo cual genera presión o filtraciones que debilitan la infraestructura urbana; aunado a las construcciones sin estudios adecuados, con materiales de baja calidad o sin considerar las condiciones climáticas; ausencia de limpieza, reparación y revisión periódica de puentes, muros, drenajes o techumbres que terminan por deteriorar la obra.
Fuerza de la naturaleza
Las lluvias aumentan la fuerza del agua que impacta sobre muros de contención, taludes y puentes, hasta provocar su ruptura o socavación.
Todo esto afecta a los automovilistas, hay calles resbalosas, derrame de aceites que se combina con la humedad del asfalto, también hay caídas de ramas o cables, así como crecidas súbitas de ríos o cauces.