Los Díaz Covarrubias fueron una familia liberal del siglo XIX de la que destacaron Francisco (1833-1889), quien fue astrónomo; Juan (1837-1859), escritor que fue asesinado en el hecho histórico conocido como Mártires de Tacubaya, y José, abogado y varias veces diputado.
Carlos Almada (ex embajador de México en Japón) se embarcó en una larga investigación para escribir Saga familiar. Positivismo, liberalismo, ciencia y cultura. Biografía colectiva de los Díaz Covarrubias y Gabino Barreda, publicado por Debate.
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“Ellos ayudaron a construir el Estado nacional, no solamente en la ciencia o la literatura, sobre todo en la educación y también en la infraestructura. Fueron mexicanos ejemplares que se guiaron por las virtudes que les enseñaron sus padres: laboriosidad, diligencia, cultura, amor patrio, modestia, responsabilidad, generosidad y nobleza. Fueron constructores, testigos y actores significativos de la ciencia, la literatura, el derecho, la instrucción y la diplomacia en el México del siglo XIX”, dice el autor.
El acercamiento de Carlos Almada con los Díaz Covarrubias sucedió primero con Francisco por su viaje con la Comisión Astronómica Mexicana que en 1874 viajó a Japón para estudiar el evento astronómico del siglo que permitiría calcular la distancia entre el Sol y la Tierra.
“El presidente Lerdo de Tejada designó presidente de esa comisión a Francisco Díaz Covarrubias, que era su oficial mayor y era el astrónomo más reconocido de México, autodidacta, porque él era originalmente ingeniero topógrafo, geógrafo, matemático y se hizo astrónomo. Él mismo se construyó”.
El autor dice que Lerdo de Tejada envió esta misión porque México estaba aislado del entorno internacional después de la intervención sa y el fusilamiento de Maximiliano.
“Y quería empezar a tener os informales con otros países y demostrar que México también podía ser un país culto y civilizado, y la comisión tuvo éxito en un viaje que fue una verdadera aventura”, explica.
El monumento en Yokohama
Entonces, Carlos Almada hizo una visita de trabajo a Yokohama y “veo un monumento con caracteres japoneses donde se reseña toda la historia de la comisión y se reconoce a Díaz Covarrubias probablemente más de lo que hacemos nosotros en México, y después de eso me obsequiaron en Kioto una edición facsimilar del informe que rindió Díaz Covarrubias, un libro excepcional que contiene un ensayo muy poco estudiado sobre la situación mexicana de la época desde el punto de vista republicano, liberal y positivista”.
Por todo esto, Almada estaba entusiasmado por escribir una biografía sobre Francisco, pero el doctor Javier Garcíadiego le dio un consejo: “Él es muy interesante, pero su familia también”.
“Y le hice caso, comencé a investigar y al primero que me encuentro es a Juan, su segundo hermano. Fue un joven doctor, un escritor romántico muy reconocido de 22 años que, como médico, atendió a heridos de ambos bandos, liberales y conservadores, en la batalla de Tacubaya.
“El general conservador Leonardo Márquez se ganó ahí el apodo de La hiena de Tacubaya porque ordenó el fusilamiento, no sólo de los oficiales derrotados sino también de los civiles, y lo que encendió a la opinión pública fue que fusilaron a Juan, que era muy leído. A pesar de ser tan joven, era un poeta, novelista y muy apreciado”.

Además, Ignacio Manuel Altamirano era amigo cercano de Juan; fue a buscar su cadáver a Tacubaya y le contó a Francisco Zarco lo que había visto, entonces Zarco escribió un folleto titulado: “La matanza de Tacubaya”.
“Esto sacudió a la opinión pública, también tuvo efectos internacionales muy importantes, y se considera que ese es un hito en la guerra de reforma, una derrota moral inexpiable, sobre todo por el fusilamiento sin razón de los jóvenes médicos que estaban ahí para ayudar a los heridos”, cuenta.
El vínculo con Barreda
El otro Covarrubias, José, fue un abogado culto, formado en San Ildefonso.
“José Díaz Covarrubias fue traductor del alemán, escribió una obra importante para su época en educación, fue maestro de varias generaciones de abogados y diputado. Fue él quien presentó al doctor Gabino Barreda a su hermana Adela, con quien se casó posteriormente. Gabino fue director de la Escuela Nacional Preparatoria, que es, como todos sabemos, el antecedente más importante de la fundación, en 1910, de la Universidad Nacional de México”, comenta.
El autor busca que con su libro se conozca más de estos personajes.
“Vale la pena decir que son muy conocidos pero por los especialistas. A Francisco lo han estudiado ampliamente los geógrafos y los astrónomos y por fin lo reconocen. Juan fue muy famoso durante el siglo XIX; los expertos en literatura saben de él. Quien sí se perdió en la memoria colectiva fue José porque fue derrotado políticamente en la lucha entre el general Porfirio Díaz y el presidente Lerdo de Tejada cuando este último buscaba reelegirse”.
Sobre el doctor Gabino Barreda (1818-1881) comenta; “Él es muy conocido por la medalla que en 1985 creó la UNAM para reconocer a los mejores alumnos de preparatoria y de bachillerato”.
Además, el padre de los Covarrubias, José de Jesús Díaz Pérez (1809-1846), fue poeta y un adolescente abanderado de Agustín de Iturbide cuando entró a Ciudad de México el día de la consumación de la Independencia".
“José de Jesús fue un poeta que todavía es recordado en Veracruz como redactor de romances históricos, de poemas patrióticos, muy cultivado, patriota y muy enamorado de México porque lo marcó esta hazaña que fue estar en la capital el día de la consumación de la Independencia”, finaliza Almada.
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