En medio de su huerto, Ange Joy extiende la mano para ofrecer un espárrago y con ello materializar el concepto de Olivea Farm To Table, el restaurante que esta semana obtuvo dos estrellas Michelin y forma parte de su hotel boutique MYA en Valle de Guadalupe, donde el o con la naturaleza es una experiencia que propicia la tranquilidad y el descanso pleno.
Al comer el tierno y fresco vegetal, el gusto lo agradece; mientras la vista se sacia con la diversidad de colores que se esparcen por todo el terreno, donde las acelgas, el colinabo, las espinacas y las flores comparten espacio, antes de llegar a la cocina del chef Eduardo Zaragoza para experimentar la transformación que las hace parte del menú degustación que se sirve en el restaurante Olivea Farm to Table, que el año pasado fue motivo de una distinción Michelin.
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Menú que de acuerdo al chef “va cambiando en función de los vegetales que se cosechan en el huerto. De tal forma que la creatividad en la cocina siempre está latente”, dice a MILENIO, mientras sigue cortando los vegetales que ocupará para la cena degustación, en la experiencia que disfrutamos constó de 8 tiempos, aunque la presencia de los vegetales se apreció en los floreros desde la llegada a la mesa.

En el recorrido, la anfitriona da unos pasos más para seguir ofreciendo la variedad de vegetales que habitan en su huerto, mientras orgullosa, comenta: “Tenemos calabazas, hinojo, flores, de todo”.

Y también explica que la naturaleza de sus sembradíos “hacen que se vea en unas partes más grandes y en otras más chiquitos, pues así funciona un verdadero huerto a la mesa”.
Con su acento norteamericano, aun cuando los más de 20 años de haber residido en Mexicali la hacen sentirse “muy mexicana", precisa: “Nuestro mejor plato sale de los mejores productos que tenemos en el huerto”.
Aunque lo cierto es que en Café Olivea, donde se puede disfrutar del desayuno durante la estancia en el hotel boutique en medio de una diversidad de árboles; unas ricas quesadillas con espinacas o chilaquiles con un detalle de vegetal; también cobra presencia la riqueza del concepto Olivea, como sucede en cada rincón del hotel; pues su vegetación permite la conexión plena con la naturaleza.

“Todo está conectado y creado con ese fin, de que a cada paso encuentres paz, tranquilidad y una armonía que alimenta el espíritu, que te haga sentir como en casa”, dice Adri Díaz, quien con Ange, su mamá, se ocupa de cada detalle para hacer sentir bien a sus invitados. En el área de fogoteros, donde todo está dispuesto para seguir disfrutando la experiencia que se complementa con una tabla de quesos y un vino a la temperatura ideal; además de unos ponchos para cubrirse del frío que ha refrescado la tarde; la entusiasta joven comparte algunas de las propuestas que tiene para ampliar el concepto que ya destaca y es reconocido en Valle de Guadalupe.
Su residencia en Amsterdam, Alemania, Francia, España y Japón la han nutrido de ideas, por lo que en unión con su mamá, se propone seguir enriqueciendo el concepto Olivea; el cual apenas es aprobado por los huéspedes o comensales, y ya está ofreciendo novedades, lo mismo en su propuesta gastronómica, que en el huerto, en sus 14 habitaciones –ideales para encontrar el descanso pleno, gracias a su confort, lujo y hasta ausencia del televisor–, en las zonas de descanso, como la piscina que invita a relajarse en medio de un oasis de calma y serenidad, y hasta en las canchas de paddle, que son muy demandadas por los residentes de la zona.
“Aquí no hay mes que no haya cambio, es bonito dar sorpresas, para mí es muy importante ofrecer siempre algo nuevo, algo diferente, por lo que en cada visita siempre encontrarán una novedad”, enfatiza Ange mientras materializa sus palabras y pide a sus invitados la acompañen nuevamente al huerto, donde todo está previsto para que cada uno siempre un árbol.
“Van a tener su propio espacio en el huerto, ya que van a sembrar un árbol kumkuat (naranja china); con la idea de que formen parte del concepto Olivea”, explica la anfitriona.
Claves
El concepto Olivea Farm to Table se ha destacado por sus instalaciones, donde si bien reina el lujo y confort, todo está construido con materiales naturales.
El cuidado y respeto a la naturaleza es básico, por lo que se evita todo tipo de contaminación con los desechos de los servicios que se ofrecen.
En el diseño y decoración de cada rincón de Olivea y MYA está la inspiración de Ange, cuyos conocimientos han logrado espacios cálidos y acogedores.
jk