El distanciamiento entre Elon Musk y Donald Trump por diferendos sobre la "gran y bella" reforma fiscal, escaló en cuestión de horas a una guerra declarada entre el hombre más rico y el más poderoso del mundo, con una metrallas de amenazas en redes sociales y declaraciones públicas, desde la formación de un nuevo partido político hasta la cancelación de contratos federales.
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De matrimonio de conveniencia a divorcio tóxico
Aunque Musk contribuyó con más de 200 millones de dólares de su fortuna personal a la campaña presidencial de Trump, ayudó a formar su gabinete y durmió en la recámara de Abraham Lincoln como invitado especial de la Casa Blanca, la luna de miel empezó a disolverse a raíz de la reforma fiscal de Trump que eliminó los subsidios a los vehículos eléctricos que fabrica Tesla y que Musk calificó como una "abominación repugnante".
Trump, quien designó a Musk para encabezar el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y lo alabó la semana pasada durante su despedida por su cruzada para reducir la burocracia y el gasto federal, necesitó más de 24 horas para responderle a Musk públicamente, durante una reunión en la Oficina Oval con el canciller alemán Friedrich Merz.
"Estoy muy decepcionado porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley", dijo Trump.
"Elon está molesto porque incluimos el mandato de vehículos eléctricos, que suponía una gran inversión para vehículos eléctricos, y ellos están teniendo dificultades con los vehículos eléctricos y quieren que paguemos miles de millones de dólares en subsidios. Elon lo sabía desde el principio".
De inmediato, Musk respondió en su plataforma X, donde cuenta con 220 millones de seguidores:
"Falso. El proyecto de ley nunca me lo mostraron y fue aprobado en la madrugada tan rápidamente que casi nadie en el Congreso pudo leerlo".
Además aseguró que, sin su dinero, Trump no habría podido ganar las elecciones frente a Kamala Harris.
La "gran y bella" reforma fiscal, que entre otros puntos incluye el impuesto a las remesas del 3.5 por ciento, enfrenta una fuerte oposición de senadores republicanos y Musk ha amenazado veladamente con tratar de derrotar en las urnas a cualquier republicano que vote a su favor.
Musk amenaza con crear un tercer partido político
En su respuesta relámpago a Trump, el billonario arrojó además una bomba política que podría poner en riesgo un triunfo republicano las próximas elecciones presidenciales, como ocurrió en 1992 cuando Ross Perot le negó el triunfo a los republicanos y allanó el camino de Bill Clinton a la Casa Blanca:
"Es hora de crear un nuevo partido político en Estados Unidos que sí representa el 80 por ciento la mitad (del electorado)".
Minutos después, Trump reviró en su propia plataforma Truth Social y amenazó con suspender los contratos federales de Musk.
"La manera más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon", escribió Trump.
"¡Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera!".
Tesla pierde 14% de su valor de capitalización
El impacto fue inmediato en la bolsa de valores de Nueva York, Las acciones de Tesla se desplomaron 14 por ciento y arrastraron a la baja no sólo al tecnológico Nasdaq sino al Dow Jones de valores industriales y al Standard & Poor’s de 500 acciones selectas.
Inmutable, Musk no se echó para atrás: "Es hora de soltar la bomba. (Trump) aparece en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos",
Minutos después, añadió: "Guarden esta publicación para el futuro. La verdad saldrá a la luz".
Epstein, un amigo de Trump que se suicidó en prisión, fue acusado de tráfico sexual de menores y conspiración para cometer tráfico sexual de menores.
Aunque Trump tuvo la oportunidad de escalar la guerra retórica durante un evento programado con antelación en la Casa Blanca con la Orden Fraternal de la Policía, optó por no tomar preguntas de la prensa.
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ksh
