Un grupo rebelde vinculado a Al-Qaeda y activo en la región del Sahel, en África Occidental, reivindicó el domingo un ataque contra una base militar en Mali en el que, según dos fuentes, murieron más de 30 soldados.
Grupos de insurgentes han matado a más de 400 soldados desde principios de mayo en bases y ciudades de Mali, Níger y Burkina Faso, una región inestable y propensa a sufrir golpes de Estado.
El grupo yihadista Jama'a Nusrat ul-Islam wa al-Muslimin (JNIM) afirmó el domingo en un comunicado que había tomado la base de Boulkessi, en Mali, cerca de la frontera con Burkina Faso.
El Ejército maliense se vio obligado a retirarse.
"Muchos hombres lucharon, algunos hasta su último aliento, para defender a la nación maliense", decía su comunicado, sin dar cifras de bajas.
Un portavoz no respondió a una pregunta sobre el número de bajas, pero dos fuentes de seguridad dijeron que habían muerto más de 30 soldados.
Una fuente municipal de Mondoro, cerca de la base, dijo que los insurgentes "habían despejado el campamento" y que había muchos muertos.
Reportan ataque:
????????|#Mali: Emerging footage from inside the base suggests a significant number of troops were killed today, with others reportedly captured. There are claims that Russians are among the dead, but from the proof i’ve seen the victims look to be Arab or Tuareg. https://t.co/6YkvdAzQXK pic.twitter.com/rBI5KH7uzk
— Charlie Werb (@WerbCharlie) June 1, 2025
Vídeos compartidos en internet mostraban a decenas de insurgentes invadiendo la base. Uno de ellos mostraba a milicianos pisando los cuerpos de soldados que habían caído entre sacos de arena. Reuters no pudo autentificar inmediatamente los videos.
El JNIM ha reivindicado la autoría de numerosos ataques recientes en la región.
Mali, Burkina Faso y Níger están gobernados por juntas que tomaron el poder entre 2020 y 2023, alegando la incapacidad de los Gobiernos civiles para acabar con las insurgencias yihadistas.
Todos han cortado lazos con países occidentales y han recurrido a Rusia en busca de apoyo militar, pero siguen teniendo dificultades para contener una violencia que ha desplazado a millones de personas.
GPE