El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció la construcción de 12 submarinos de ataque como parte de su plan de rearme, destinado a hacer frente a las tensiones mundiales y a la "creciente" amenaza que representa Rusia.
"La amenaza es cada vez más seria, más inmediata, más imprevisible que nunca desde la Guerra Fría", afirmó Starmer en Glasgow (Escocia), donde presentó el plan desde una tarima con el lema "Securing Britain's future" ("Asegurando el futuro de Gran Bretaña").
Su ministro de Defensa, John Healey, fue aún más claro el domingo en una declaración a la BBC.
En su opinión, la nueva estrategia de rearme es "un mensaje dirigido a Moscú", aludiendo a la amenaza "creciente" que representa Rusia desde su invasión a Ucrania en 2022.
La docena de submarinos, de propulsión nuclear, se enmarcan dentro del programa de la alianza militar Aukus, conformada por Estados Unidos, Australia y el Reino Unido.
Inversión nuclear
Starmer confirmó además en Glasgow que el Reino Unido planea invertir 15 mil millones de libras esterlinas (20 mil 177 millones de dólares) en su programa de producción de ojivas nucleares.
El anuncio forma parte del "refuerzo de nuestra disuasión nuclear como garante última de nuestra seguridad y protección", señaló el líder laborista.
Entre las medidas anunciadas en Glasgow se encuentra la creación de seis nuevas fábricas de municiones, con una inversión de mil 500 millones de libras (dos mil 17 millones de dólares).
Antes del anuncio en Escocia, Starmer había adelantado sus intenciones en diversos medios de comunicación sobre el rearme y las inversiones en defensa.
"El mundo ha cambiado y estamos entrando en una nueva era", afirmó el lunes en la radio BBC 4, poco antes de sus anuncios en Glasgow.
Un día antes, el domingo, publicó un artículo en el tabloide The Sun, donde expresó su intención de "restablecer la capacidad de combate del Reino Unido como objetivo central de nuestras fuerzas armadas".
"Se trata de reunir todas las capacidades de las que disponemos, desde los drones hasta la artillería, pasando por la inteligencia y el instinto humano, para construir una máquina de combate formidable e integrada", insistió.
"Estamos directamente amenazados por Estados con fuerzas militares avanzadas, por lo que debemos estar preparados", subrayó Starmer, citando a Rusia, Irán y Corea del Norte, pero sin mencionar a China.
El Ejecutivo británico ha intensificado sus esfuerzos en los últimos meses para apaciguar las relaciones con Pekín, deterioradas durante los anteriores gobiernos conservadores.
Nuevas tecnologías
La seguridad de Europa y el papel del Reino Unido en la OTAN están en el centro de una misión encomendada al ex ministro y ex secretario general de la Alianza Atlántica, George Robertson, quien encabeza una revisión estratégica de la defensa británica encargada por el gobierno de Starmer.
El análisis busca abordar amenazas emergentes como Rusia, Irán, Corea del Norte y China.
Reino Unido también tiene previsto adaptar sus fuerzas armadas al despliegue creciente de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y los drones, que están cambiando la naturaleza de los conflictos.
La semana pasada, John Healey anunció la creación de un mando especializado en capacidades cibernéticas, tanto defensivas como ofensivas.
A pesar del contexto presupuestario limitado, Starmer se ha fijado el objetivo de destinar el 3 % del PIB nacional a defensa durante la próxima legislatura, es decir, más allá de 2029, en caso de ganar las siguientes elecciones.
El primer ministro ya había anunciado en febrero un aumento sin precedentes del gasto en defensa desde el fin de la Guerra Fría: del 2.3 % del PIB actual al 2.5 % en 2027.
MO
