Las políticas arancelarias han tenido un impacto importante en la industria automotriz, alterando la competitividad y la operación de las empresas del sector.
La introducción de nuevas tarifas sobre importaciones de vehículos y componentes automotrices "obligará a las empresas a revaluar sus cadenas de suministro, modificar costos operativos y su capacidad de adaptarse a un ambiente regulatorio cambiante", advierte Luis Soto, Gerente de Desarrollo de Negocios en Kelly México, especialista en la externalización de procesos de reclutamiento y talento especializado.
En un entorno económico global marcado por cambios regulatorios, la industria automotriz requiere buscar estrategias innovadoras para mantener su competitividad.
Una de estas es la externalización de servicios o el Business Process Outsourcing (BPO), que permite a las empresas, adaptarse y mantenerse en un mercado en constante evolución, además de centrarse en el objeto principal de su negocio, liberándose de la gestión de la producción de partes que no son esenciales para su operación, fortaleciendo la estructura organizativa frente a adversidades.
“México es el tercer país exportador y de la producción del sector automotriz que se genera en las 22 plantas de ensamblaje que tenemos, 55 por ciento se manda a Estados Unidos, donde está la coyuntura en el tema arancelario”, indica Soto.
Entre los beneficios que pueden obtener las empresas al confiar aspectos de su producción a terceros están la reducción de los costos operativos al externalizar procesos no esenciales, minimizar gastos fijos relacionados con la producción y la istración, a talento especializado, colaborar con proveedores especializados, investigar y desarrollar nuevos modelos de vehículos y tecnologías para la automatización, lo cual genera calidad de los productos o servicios.
En el caso de las instalaciones y los servicios las empresas pueden reducir entre 20 y 40 por ciento los costos operativos, lo mismo que la curva de capacitación y entrenamiento, además de contratar gente por proyectos o temporalidad, ganar flexibilidad, escalabilidad y mejorar la capacidad de respuesta de las empresas ante cambios regulatorios y de mercado.
“Nos piden la externalización de procesos de mejora continua, la parte financiera, procesos logísticos, distribución, salud ocupacional y seguridad e higiene dentro de las plantas. Las empresas tienen la oportunidad de subir o bajar las veces que sea necesario una estructura delicada, hacerla más grande o más chica, aumentar su productividad o mitigar el riesgo de pérdidas”.
Aunado a que pueden incrementar casi 63 por ciento el valor de la marca, es decir, tener mejor posición ante los clientes internos y externos, mejorar la calidad y subir sus ventas, por tener una respuesta rápida y con datos, y mitigar riesgos, es decir, trasladar la responsabilidad a un proveedor externo o especializado, que será el responsable de pagar los riesgos o contingentes que pudieran presentarse.
No es un tema nuevo
De acuerdo con Luis Soto la externalización no es un tema nuevo, pero tomó fuerza tras los anuncios arancelarios que en los últimos meses ha hecho el presidente Donald Trump, sin embargo, puede ser una respuesta efectiva a los desafíos impuestos por las políticas arancelarias y las tensiones comerciales.
En el mundo el Business Process Outsourcing (BPO) tiene 30 años funcionando, pero en México solo lleva 4 años, a partir de la reforma laboral que se dio en 2021 con la eliminación de la subcontratación de personal, pero que permite la subcontratación o terciarización de procesos istrativos, actividades específicas o especializadas como las cuentas por cobrar, cuentas por pagar, tesorería o manejo de nómina.
“Antes de esto las empresas ya estaban optando por el BPO que ya se aplica en Europa y Estados Unidos y en México se conoce como servicio de externalización. Se trata de un servicio fundamental para ser más competitivos, reducir costos, mejorar temas productivos, eficientar su cadena de suministro, entre otras cuestiones”.
Con esto las empresas pueden tomar decisiones mucho más rápido, no solo tercerizan personal o proveedores, sino que se mueven según las necesidades del mercado.
En estos momentos, por ejemplo, las empresas automotrices han parado todo el tema de las contrataciones nuevas y no han tomado la decisión de hacer recortes o no, además de frenar los proyectos nuevos en México en lo que se determina la relación comercial con Estados Unidos.
“El impacto de la externalización en la eficiencia operativa de las empresas automotrices es notable en el corto y largo plazo. En el corto plazo, muchas de ellas han podido reducir costos y mejorar su enfoque estratégico, mientras que, otras, en el transcurso de los meses han conseguido una mayor resistencia ante fluctuaciones del mercado”.
El papel de la externalización de procesos en la búsqueda de eficiencia e innovación en la industria automotriz -asegura- es una tendencia que irá en crecimiento en los años venideros, ya que no solo se presenta como una solución estratégica para mitigar costos, sino también como un imperativo para fomentar las capacidades de innovación.
“En el caso del T-MEC y la certificación de origen pueden reformular su cadena de suministros, determinar qué proveedores manejarán a nivel local para no afectar el tema de los aranceles, y sobre todo que los productos que se generan en México se quedan aquí”.
Expertos
A la fecha Kelly -refiere- cuentan con 25 clientes, solo del sector automotriz, que en general buscan la parte tecnológica, mejora de procesos, automatización, controles de inventarios, distribución, personal con certificaciones para la implementación o adecuación de procesos que ya están operando, así como para los call center y la parte financiera con la tercerización de los créditos y seguros.
Maneja capacitación y apoyo al personal de venta, una gestión eficiente de gastos y viáticos, a través de talento especializado.
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