A través de Reddit, plataforma con foros donde se puede debatir sobre temas, hacer preguntas y compartir contenido, un de México externó su preocupación por el llamado "cobro de piso".
El joven, quien optó por no compartir su verdadero nombre, relató que lleva tiempo queriendo emprender su propio negocio, pero sabe que la expansión del crimen organizado ha llegado a afectar no solo a grandes empresas, sino también a pequeños establecimientos locales: desde la señora que vende elotes en la esquina, hasta la taquería popular de la colonia.
En entregas anteriores, MILENIO explicó cómo la extorsión —entendida como la acción de obligar a una persona a entregar dinero, bienes o realizar actos en contra de su voluntad— se ha convertido en uno de los delitos más frecuentes del país.
Aunque México enfrenta un serio reto en materia de seguridad por la extorsión indirecta —telefónica y digital, principalmente—, el problema se vuelve más crítico en el comercio local, donde el "cobro de piso" asfixia a miles de negocios.
El cobro de piso: comerciantes bajo amenazas
El pasado mes de marzo, la Panadería Chiapas, un pequeño local ubicado en Cancún, Quintana Roo, se volvió tendencia en redes sociales.
Doña Mari, señora de la tercera edad y propietaria del negocio, compartió a través de TikTok un video en el que se despedía de sus fieles clientes:
"Me rompe el corazón decirle a todos mis nietecitos que nos vemos en la necesidad de cerrar porque hay personas malas en Cancún, que creen que este es un gran negocio. Pero ustedes saben que somos pequeños y no nos alcanza para mantener uno cuota", compartió.
@panaderiachiapas Panadería Chiapas en Cancún se despide ????#panaderiaartesanal #pan #cancún #cancun #cancunense #cancun #cancunenses
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El video rápidamente alcanzó el millón de "me gusta" y una rápida difusión, lo que a su vez provocó que las autoridades ofrecieran seguridad a doña Mari y su negocio, que aparentemente había sido víctima de intento de cobro de piso.
Aunque no existe una definición homologada sobre el cobro de piso a nivel federal, en el artículo Evolución de la extorsión en México: un análisis estadístico regional (2012-2013) compartido en la Revista Mexicana de Opinión Pública, se le describe como:
"Modalidad de la extorsión que consiste en la exigencia de delincuentes de una renta o erogación, a cambio de una supuesta protección y del no ejercicio de la violencia en contra de la víctima".
¿Quiénes están detrás del cobro de piso y las cuotas?
A diferencia de la extorsión telefónica y digital, en la que la víctima no tiene o con la o el extorsionador, en el cobro de piso hay un encuentro cara a cara.
Individuos —muchas veces vinculados a grupos delictivos— se presentan directamente en el negocio, exigiendo pagos semanales, quincenales o mensuales a cambio de “protección”.
La mecánica suele ser directa y violenta: los criminales entregan una nota, lanzan una amenaza verbal o simplemente marcan su presencia con armas a la vista. En algunos casos, regresan en fechas fijas para cobrar la cuota. En otros, basta una negativa o retraso para desatar represalias: desde golpizas y saqueos hasta incendios o asesinatos.
En la mayoría de los casos, detrás de este delito se encuentran grupos criminales locales y cárteles de drogas.
Por ejemplo, en el mes de abril, MILENIO informó que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), una de las entidades más afectadas por el delito de extorsión, identificó a la Nueva Familia Michoacana detrás del cobro de piso contra tortilleros, comerciantes de pollo y huevo.
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Economía local en jaque: cierre de negocios y pérdida de empleos
De acuerdo con el artículo citado, el fenómeno de la extorsión vulnera la percepción de seguridad social y bienestar de las personas, además de inhibir la inversión formal de pequeños y medianos empresarios.
Pero el cobro de piso no sólo siembra miedo, también destruye economías.
La exigencia constante de pagos agota a comerciantes que ya enfrentan altos costos operativos, competencia y escasa seguridad. Para muchos, cumplir con la “cuota” impuesta por el crimen organizado significa operar con márgenes casi nulos, endeudarse o cerrar definitivamente; como casi ocurre con la Panadería Chiapas.
Los más afectados son los pequeños negocios: tiendas de abarrotes, fondas, estéticas, talleres y tianguis. Algunos optan por trasladarse a otras zonas, otros simplemente bajan la cortina sin hacer ruido.
Las consecuencias se traducen en pérdida de empleos, reducción del consumo local y debilitamiento del tejido económico en comunidades enteras.
En la próxima entrega, MILENIO explicará cómo se castiga la extorsión, por qué no se denuncia y qué hacer si eres víctima.
RMV.
