Síndrome de Trastorno por Trump: la "enfermedad" que divorció a Musk y al republicano

El presidente de EU se dijo "sorprendido" por la reacción del director ejecutivo de Tesla y afirmó que será complicado restaurar la relación.

Elon Musk parece haberse “infectado” con el “Síndrome de Trastorno por Trump”: acusó al presidente de Estados Unidos (EU) de estar en las listas de Jeffrey Epstein, aseguró que “él no hubiera ganado la presidencia” sin su ayuda e insinuó que el Donald Trump que alguna vez conoció había sido “reemplazado por un doble”.

Las declaraciones sacudieron a la opinión pública. Pero Trump, quien atendía una reunión con el canciller de Alemania desde la Oficina Oval, ya veía venir ese escenario. O al menos así lo dijo horas antes de que el dueño de Tesla lo vinculara con el delincuente sexual: “No ha hablado mal de mí personalmente, pero estoy seguro que será lo siguiente”, dijo a la prensa.

Acto seguido, Musk publicó en X: “Trump está en los archivos Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no los han hecho públicos. Que tengas un buen día, DJT”. El tweet llegó a un millón de ‘me gusta’ y más de 196 millones de vistas.

Si a algo está acostumbrado el ex dueño de Miss Universo, es a las críticas, malos comentarios, memes y burlas hacia su persona. Aún si los remitentes en algún momento le juraron lealtad: “No es el primero. También lo hemos pasado con otros. Se van (de la Oficina Oval), despiertan en la mañana y el glamour se fue. Todo el mundo es diferente y se hacen hostiles”.

Sin embargo, algunos republicanos y trumpistas no veían normal el nivel de odio hacia el mandatario. Tanto así que, incluso, afirmaron que ese fenómeno podría tratarse de una enfermedad mental: la llamaron el “Síndrome de Trastorno por Trump” o “TDS” por sus siglas en inglés (de Trump Derangement Syndrome).

¿Qué es el TDS?

“Aparición aguda de paranoia en personas, por demás, normales como reacción a las políticas y presidencias de Donald J. Trump”, así es como cinco senadores del Partido Republicano definieron este comportamiento en un proyecto de ley (pendiente de revisión) para categorizar al TDS como una enfermedad mental.

El documento, remitido al legislativo de Minnesota, identificaba dos síntomas que convertían a una legítima diferencia política en un “signo de patología clínica”: 1) expresiones verbales de intensa hostilidad y 2) actos abiertos de agresión contra cualquier persona que apoye a Trump o cualquier elemento que lo simbolice.

EL DATO...

De cinco a cuatro autores

El senador Justin Eichorn, de 40 años, fue removido como co-autor de la propuesta un par de días después de ser arrestado y acusado de solicitar servicios de prostitución a una menor de 17 años.

De ese modo, en la sección “autores” sólo se incluyen los nombres de Eric Lucero, Steve Drazkowski, Nathan Wesenberg y Glenn H. Gruenhagen.

No obstante, este término también se escuchó desde la primera presidencia de Trump— o incluso antes, pues algunas opiniones afirman que habría comenzado a surgir desde los primeros ‘coqueteos’ del magnate por el poder de la Casa Blanca—.

“El país se encuentra sumido en una grave epidemia, sin cura conocida y con síntomas bastante alarmantes”, así lo describió Justin Raimondo, director editorial del sitio Antiwar.com, en una columna publicada en Los Ángeles Times en 2016.

El republicano (fallecido en 2019) planteó que esta "enfermedad" tenía tres fases: la primera, cuando “las víctimas pierden todo sentido de proporción” con cada tweet de Trump; la segunda, cuando el vocabulario de la “víctima” se componía únicamente de hipérboles (es decir, la exageración de una circunstancia, noticia o relato), y la tercera, cuando “perdían la habilidad de distinguir la fantasía de la realidad”.

“Esta es la etapa final de la epidemia de TDS: violencia contra un líder elegido democráticamente. A menos que se encuentre una cura para el TDS, este es el rumbo que tomaremos”, atajó en su artículo titulado Do you suffer from Trump Derangement Syndrome?.
Diversos desacuerdos llevaron a la ruptura de Musk con el gobierno de Donald Trump | Reuters
Diversos desacuerdos llevaron a la ruptura de Musk con el gobierno de Donald Trump | Reuters

Y aunque el día que “todo explotó” Trump se mostró desconocedor del término— al expresar “No sé qué es. Es como una especie de ‘Síndrome de Trastorno por Trump’, creo que así le dicen”—, su huella digital refleja lo contrario.

Durante su primer mandato, en julio del 2018, hizo una publicación en X para burlarse de quienes lo criticaron por “llevarse bien” con el presidente de Rusia, Vladimir Putin; catalogando su comportamiento como un claro reflejo del TDS.

“Hay quienes ODIAN que me llevara bien con el presidente Putin de Rusia. Preferirían ir a la guerra antes que ver esto. ¡Se llama Síndrome de Trastorno por Trump!”, decía el post.

¿Cosa de presidentes?

Donald Trump ha sido blanco de críticas desde antes de llegar a la política | Reuters
Donald Trump ha sido blanco de críticas desde antes de llegar a la política | Reuters

No sólo Trump ha sido el detonante de un “síndrome psiquiátrico”.

A mediados de los años 60, hubo un candidato a la presidencia cuya salud mental fue blanco de varios “diagnósticos” psiquiátricos: Barry Goldwater. “Mil 189 psiquiátricos dicen que Golwater es psicológicamente incapaz de ser presidente”, decía la portada de la revista Fact.

A ello se le atribuye que en 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (AMA por sus siglas en inglés) desarrollara la Sección 7 de “Los principios de ética médica”, la cual, en el tercer sub-apartado, plantea:

“En ocasiones, se solicita la opinión de los psiquiatras sobre una persona que ha recibido atención pública a través de los medios de comunicación. En tales circunstancias, un psiquiatra puede compartir con el público su experiencia sobre temas psiquiátricos en general. Sin embargo, no es ético que un psiquiatra ofrezca una opinión profesional a menos que haya realizado un examen y haya recibido la debida autorización para tal declaración”.

​Pese a esto, los apellidos de dos expresidentes también han sido escritos después de las palabras “Síndrome de Trastorno”: Barack Obama y George Bush.

Este último ocurrió en 2003. El psiquiatra y columnista, Charles Krauthammer, “diagnosticó” el “Síndrome de Trastorno por Bush” como aquella “aparición aguda de paranoia en personas, por lo demás normales, como reacción a las políticas, la presidencia o, incluso, la existencia misma de George W. Bush”. Aunque estaba más enfocado a las críticas de las políticas bushistas, especialmente tras los atentados del 9/11 y la guerra de Iraq.

En tanto, Barack Obama fue blanco en el momento que el conservador, cuando David Horowitz advirtió que los señalamientos al ex presidente rozaban en la “histeria desmesurada”. Esto, en una época donde Trump avivó el rumor de que el demócrata no había nacido en Estados Unidos.

Ante ello, diversas voces de la opinión pública han señalado a este tipo de “padecimientos” como una retórica política, más que un asunto de salud. Esto porque, en la mayoría de los casos, las iniciativas se han puesto sobre la mesa ante una constante desaprobación de figuras y afines del bando opositor.

Tal y como reflexiona Leon Hoffman en su columna para The Guardian, respecto a Trump: “Quizá debamos desarrollar una norma que prohíba al personal político crear diagnósticos psiquiátricos como herramienta contra sus oponentes políticos”.


ASG

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Alejandra Sigala
  • Alejandra Sigala
  • Egresada de la UNAM. Te explico las tendencias en redes sociales y los temas que despiertan tu curiosidad en el día a día. Escucho, amo y a veces escribo sobre K-Pop. Me encanta bailar y los gatos.
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