Hay reglas o principios que generalmente se consideran inalterables debido a su naturaleza fundamental, tanto en la ciencia (Ej: conservación de energía) como en el comportamiento humano (Ej: equilibrio de Nash). Estas reglas son conocidas como leyes inmutables y las hemos visto en acción recientemente, afectando a las medidas de política económica de Estados Unidos.
Es importante reconocer que las megafuerzas, como la fragmentación geopolítica y la inteligencia artificial, están transformando el mundo de manera estructural y a largo plazo. Predecir el estado final de una transformación es casi imposible, ahora agravado por negociaciones comerciales impredecibles. Sin embargo, el proceso de establecimiento de políticas económicas en Estados Unidos se enfrenta a leyes económicas inmutables, que ponen límites a lo que es posible.
Actualmente el país tiene grandes déficits fiscales y una alta deuda gubernamental, de la que aproximadamente un 30% está en manos de extranjeros, según datos de la Reserva Federal. Acá aplica una ley inmutable: el déficit de cuenta corriente no puede reducirse sin una caída correspondiente en el financiamiento extranjero. Al intentar reducir rápidamente su déficit comercial, encontrará más difícil financiar su deuda, especialmente, si las negociaciones arancelarias impredecibles afectan la confianza de inversionistas extranjeros. Esto apunta a que las tasas de los bonos del Tesoro de Estados Unidos se mantendrán más altas y con ello los costos de servicio de la deuda, trastornando la ya compleja aritmética presupuestaria.
Otra ley inmutable en acción es la que señala que las cadenas de suministro globales pueden evolucionar con el tiempo, pero no pueden ser reconfiguradas rápidamente sin graves disrupciones. Los aranceles no sólo aumentan los costos, sino que pueden cortar el a insumos clave y potencialmente detener la producción. Esto arriesga una desaceleración del crecimiento o una recesión con alta inflación, como en la pandemia, limitando cualquier respuesta de la Reserva Federal.
Además, el paísse enfrenta a estas reglas inalterables al buscar reducir rápidamente los déficits comerciales. Esto parece haber sucedido ya con la reciente venta rápida de bonos del Tesoro y las exenciones arancelarias para artículos electrónicos importados desde China, para evitar las interrupciones más obvias en la cadena de suministro. Utilizar el marco de reglas económicas inmutables ayuda a evaluar dónde podrían asentarse las negociaciones comerciales y permite anticipar que la incertidumbre disminuye en seis a doce meses.
Con todo, quedan muchas preguntas sobre los daños que los aranceles podrían causar, incluso si el efecto vinculante de las reglas económicas significa que tomará tiempo desarraigar las relaciones comerciales actuales. Para evaluar cuánto tiempo podría durar el impacto, es necesario monitorear indicadores como planes de inversión de capital, confianza del consumidor y tráfico portuario. También hay que buscar signos de presión en las empresas en sus informes de utilidades, como cambios en las cadenas de suministro o en la capacidad de transferir mayores costos a sus clientes. Ello permitirá determinar cuánto daño es transitorio y cuánto es más permanente.