Épico. Emotivo. Brillante y, sin duda, histórico lo que pasó el domingo a través del canal principal de CNN en inglés. No hay estudiante de periodismo que no tenga la obligación de ver esto. No hay practicante de periodismo, de hecho, que se lo deba perder. Y para los amantes del buen teatro, les puedo decir que en mis ya casi treinta años de cubrir esta fuente jamás había visto algo así, por varios motivos.
Mañana hablaremos de los Tony, que se llevaron a cabo ayer, pero primero hay que hablar de cómo George Clooney y toda la producción de la puesta en escena Buenas noches y buena suerte transmitieron en vivo, a través de un canal de noticias, una obra que habla precisamente de los más complejos temas de cómo hacer buen periodismo.
Basada en la cinta de 2005 que Clooney dirigió, coescribió y en la que también actuó, narra un hecho de la vida real, cuando el periodista Edward R. Murrow (CBS) optó por usar su espacio de noticias para exponer lo que el senador McCarthy estaba haciendo con sus persecuciones ante cualquiera que pudiera tener “conexiones” comunistas. Temas como la autocensura, la presión política, los intereses de las televisoras y el fanatismo se sienten a flor de piel en la cinta y más aún en la obra.
Esta es la primera vez que una obra de Broadway se transmite en vivo de esta manera. Que lo hayan hecho en este momento en particular, y sobre todo como lo hicieron, es para llorar de la emoción: seguida de una gran mesa de análisis con periodistas diversos, interrumpidos, por cierto, por las redadas y manifestaciones en Los Ángeles, dice aún más sobre el cómo ciertos temas están presentes en distintos momentos históricos. Claramente hoy más que nunca.
No supero ni dejo de agradecer la experiencia, la reflexión y el esfuerzo para que esto ocurriera como ocurrió.