Sociedad

Quiénes son los Kidults y por qué se "refugian" en los Ternurines, Labubus y juguetes de colección

Jóvenes adultos encuentran en las experiencias, juguetes y recuerdos de la infancia el consuelo emocional para enfrentar las responsabilidades y retos del día a día.

“Rayos”, dijo el ternurín de gato persa cuando, de la voz de un hombre trajeado, recibió la noticia de que había sido contratado. Acto seguido, ese mismo minino viste una sudadera oversize, zapatos y bolsa de color rosado, y avisa: “Ya me boi [sic] a chambear, ma’”.

Estas escenas no forman parte de ninguna película o cortometraje. Son algunas de las imágenes que la plataforma Pinterest arroja con la búsqueda “ternurines memes”; los cuales se han utilizado como una de las tantas representaciones del sentimiento que las y los jóvenes experimentan al comenzar su camino en la etapa adulta, en donde se autonombran “adultos chiquitos”.

Esta denominación genera cierta polémica en redes sociales: están quienes la critican por enmascarar a personas “no funcionales” o “inútiles”, y quienes la utilizan para resaltar lo “traumático”, “complicado” o “fatigante” de alguna actividad del “mundo adulto”— usualmente refiriéndose a trámites, procedimientos burocráticos o conflictos de trabajo—-.

Pero es tanta la turbulencia, los retos y las complicaciones de esa realidad, que esas y esos “adultos chiquitos” buscan un oasis de consuelo en el pasado. En específico, en todo aquello que les daba felicidad y protección cuando eran niñas o niños: una muñeca, un superhéroe, algún peluche, un videojuego o incluso la moda.

“Adultos suelen revisitar sus obsesiones de la infancia y están dispuestos a gastar dinero y tiempo para ello”, detalla la doctora Brenda K. Wiederholds en un artículo de la “Revista de Ciberpsicología, Comportamiento y Redes Sociales”.

Los ternurines han sido utilizados para crear memes de la "vida adulta" | Pinterest
Los ternurines han sido utilizados para crear memes de la "vida adulta" | Pinterest

¿Qué son los kidults?

En distintos momentos del 2023 y 2024, los centros comerciales de Tailandia y Corea del Sur se abarrotaron de jóvenes (con edades alrededor de los 20 a 30 años), quienes hicieron filas kilométricas para conseguir el último juguete de colección de moda.

Primero fueron los Sonny Angels: muñecos de niños o querubines que no superan los diez centímetros de altura, utilizados para decorar y dar una estética kawaii a los teléfonos celulares. Meses después, esos mismos jóvenes volvieron a las jugueterías, pero ahora en búsqueda de los Labubus: llaveros de elfos con dientes puntiagudos, sonrisa pícara y suave pelaje.

Ambos juguetes llegaron a México poco después del peak de popularidad de los Ternurines: animales antropomórficos de diseño adorable y usualmente presentados en familias. Y así como en el continente asiático, las tres colecciones tuvieron gran popularidad y aceptación entre las poblaciones jóvenes-adultas, quienes se convirtieron en sus principales compradoras de versiones originales y dupes (clones).

Y si bien el coleccionismo no es un asunto novedoso— pues ya existía, y resiste, con juguetes como las Barbies, Hot Wheels o los tazos—, su práctica en la era moderna ha sido asunto de interés, por ser una clara manifestación del fenómeno de los “Kidults”.

¿Cuál es su significado?

Acuñado desde mediados de los 90 's, “Kidult” es la combinación de dos palabras en inglés: Kid (niño) y Adult (adulto).

Inicialmente, eran las televisoras quienes utilizaban dicho vocablo a modo de insulto para referirse a las y los adultos que veían los programas dirigidos a un público infantil. Mientras que a inicios de los 2000, Christopher Noxon puso sobre la mesa el concepto de “Rejuvenile”, para la población adulta consumidora de juguetes y demás objetos de la infancia.

Sin embargo, el término “Kidult” ha sido el principal objeto de estudio de la psicología al tratarse de un fenómeno que refleja el deseo de las y los adultos de revisitar los recuerdos de su infancia. ¿Con qué objetivo? De buscar consuelo emocional y encontrar motivación para continuar con los retos del día a día.

Los juguetes, videojuegos y experiencias de la infancia motivan a las y los jóvenes-adultos a seguir con su día a día | Cuartoscuro
Los juguetes, videojuegos y experiencias de la infancia motivan a las y los jóvenes-adultos a seguir con su día a día | Cuartoscuro

Un artículo de los kidults en Corea del Sur, de Dayun Kang y Jeanhun Chung, identificó que las mayores compradoras de productos infantiles para su propio consumo fueron las poblaciones de entre 20 a 50 años. Aunque también detectó su presencia en los hogares unipersonales o quienes tienen un estilo de vida más independiente— la cual les permita financiarse “lo que deseaban de niños, pero no les alcanzaban”—.

Este fenómeno ha impulsado la industria juguetera, incluso durante tiempos de pandemia. Pero antes de ello, parques temáticos como Universal Studios y Walt Disney World— incluso el más reciente de Super Nintendo World— ya despertaban en sus fans esa emoción que solían experimentar en su infancia.

Asimismo, el avance de la tecnología ha “regresado” los videojuegos clásicos de los años 80 y 90, adaptados a los formatos de las consolas más modernas. Incluso, esta afición gamer despierta el interés por prácticas como el cosplay o lugares temáticos (cafeterías, bazares, restaurantes, etcétera).

“A través de estas actividades, las personas encuentran alivio del día a día. Experimentan dicha, fortalecen la creatividad y se expresan a ellos mismos. Todo mientras se divierten”, señalaron los surcoreanos en la “Revista Internacional de Internet, Broadcasting y Comunicación”.
EL DATO…

¿Los Kidults nacieron en la pandemia?

El confinamiento por Covid-19 fortaleció el fenómeno de los kidults ya que los métodos de socialización y entretenimiento adulto estaban limitados. Por lo que el confort de la infancia se convirtió en la fuente del “cuidado propio": “Muchos se tornaron a lo que les hacía felices. Jugar”.

Kidults y la salud mental

No es que se resistan a crecer. Más bien, usan esos elementos para ayudarse a sobrevivir la adultez en un mundo complejo”, destacó la doctora Wiederholds en su artículo “Nostalgia como un autocuidado: abrazando la cultura kidult”.

Como el título de su trabajo lo refiere, este fenómeno se rige por el sentimiento de nostalgia, así como de aquellas emociones que despierta la revisita de experiencias placenteras pasadas. Aunque esto tampoco se ha salvado de la controversia, pues algunas voces consideran que la nostalgia es un mecanismo para quedarse en el pasado y evadir el presente.

Al respecto, la doctora señala: “La nostalgia nos da confort en un mundo inestable y propenso a inducir la ansiedad. Especialmente, porque muchos no se sienten optimistas por el mundo que les tocó” o por el encarecimiento de las metas tradicionales como el matrimonio o la formación de la familia.

Así, las y los adultos que recuerdan su infancia son capaces de experimentar un tiempo de sus vidas donde se sentían seguros. También recuperan la sensación de calidez, seguridad y felicidad de su infancia, y la cual suele perderse en la etapa adulta.

Claro que los excesos jamás serán recomendados. Pero si se procura la moderación, el fenómeno del kidult puede ser un “retiro temporal a un mundo con reglas y objetivos simples”.

“Más que ser frívolo, este ‘regreso a la infancia’ ofrece un breve pero potente respiro, permitiendo a las y los adultos recargar y enfrentar sus responsabilidades con un vigor renovado”.

ASG

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Alejandra Sigala
  • Alejandra Sigala
  • Egresada de la UNAM. Te explico las tendencias en redes sociales y los temas que despiertan tu curiosidad en el día a día. Escucho, amo y a veces escribo sobre K-Pop. Me encanta bailar y los gatos.
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