Lo que más extraño es el poder

"Lo que más extraño es el poder, ejercer el poder", confesó una ex funcionaria municipal, a quien quienes formamos parte de ese gobierno solíamos llamar “la vicepresidenta”. Lo dijo sin tapujos, sin eufemismos, como quien se ha quitado el traje de oficina, pero no el peso del escritorio ni la sombra del mando.

Y es que gobernar —aunque sea desde una oficina de segundo o tercer nivel— transforma. No siempre eleva. A veces, simplemente intoxica.

Las recientes bajas en el gabinete del Ayuntamiento de Tampico, así como los escándalos de maltrato laboral en otros gobiernos de la zona sur, revelan que no siempre se trata de servir, sino de sobrevivir en un ecosistema donde el poder se ejerce sin conciencia, sin autocrítica y con una mezcla peligrosa de improvisación y ego.

En ambas historias hay hombres y mujeres al centro. Y eso también debe decirse con claridad: en ninguno de los casos hay licencia para el abuso. El género no puede usarse como escudo ante el error o la negligencia. La lucha por la igualdad no pide impunidad: exige justicia con perspectiva.

Muchas personas que llegan a desempeñar un cargo en la función pública terminan creyendo que están por encima del alcalde o su superior. A menudo empiezan a velar por sus propios intereses económicos, a través de servicios o contratos disfrazados de gestión.

Solo cuando se topan con la realidad —y la primera autoridad los ubica en su verdadera dimensión— entienden, si acaso, que casi nunca estarán por encima de quien de verdad detenta el poder político y económico.

Porque el verdadero servicio público no es una pasarela ni un premio. Es una carga, una responsabilidad que no todos están dispuestos a llevar con humildad.

Algunas lo hacen. Otros, simplemente… extrañan el poder.

El poder se supone no es para hacer negocio, ni para servirse del cargo. Es para servir con ética, transparencia y congruencia. Quienes llegan al gobierno tienen un doble compromiso: con la ciudadanía que les dio su confianza y con el movimiento que dicen representar, en este caso Morena.

No se puede ni debe tolerar desviaciones personales ni ambiciones disfrazadas de servicio, se supone que ellos son diferentes. El cargo termina, pero la responsabilidad política y moral permanece.


Google news logo
Síguenos en
Víctor Hugo Martínez
  • Víctor Hugo Martínez
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.